Del 14 al 16 de noviembre Montevideo será la sede del congreso de economía más prestigioso de la región, en el que especialistas de distintos países del mundo se darán cita para participar en una de las conferencias anuales más importantes y grandes en el campo de la disciplina económica. En este caso puntual, la instancia contará con la presencia del reciente ganador del Premio Nobel, James Robinson, entre otras figuras destacadas.

La reunión anual de la Asociación de Economía de América Latina y el Caribe (Latin American and Caribbean Economic Association, Lacea) y de la Sociedad de Econometría Latinoamericana (Latin American Econometric Society, Lames) tendrá como anfitriona a la Universidad de la República (Udelar), en particular a la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) y a la Facultad de Ciencias Económicas y Administración (FCEA).

“Es un verdadero orgullo albergar este importante encuentro, que probablemente sea el congreso de mayor prestigio e impacto en el área de la economía”, afirmó, en diálogo con la diaria, la directora del Instituto de Economía (Iecon) y presidenta del comité local organizador, Verónica Amarante.

Para la Udelar, tiene gran importancia, ya que les da visibilidad a la institución y a la investigación que se realiza en Uruguay, agregó la investigadora, que es doctora en Economía por la Universidad de Sussex, profesora de la Udelar e integrante del Sistema Nacional de Investigadores. “Esto además nos permite fortalecer los vínculos con investigadores internacionales, y también participar y estar en contacto con las investigaciones que se llevan a cabo en las distintas áreas de economía en la región y en el mundo”, añadió.

El encuentro cobra especial relevancia por la presencia de James Alan Robinson, un economista y politólogo británico que, junto con Daron Acemoğlu y Simon Johnson, resultó galardonado con el premio Nobel de Economía 2024. El reconocimiento descansa en sus estudios -empíricos y teóricos- sobre el papel que juegan las instituciones para explicar las distintas trayectorias de los países y en su análisis sobre la desigualdad.1

Importancia para Uruguay

Leandro Zipitría, que también formó parte de la organización del encuentro, habló con la diaria sobre la trascendencia que tiene el hecho de que un congreso de este tipo se realice en nuestro país. “Hace casi un cuarto de siglo que no había ninguna conferencia Lacea-Lames en Uruguay; no es fácil hacer este tipo de conferencias. Ha sido complejo y difícil lograr traer a 300 o 400 investigadores, pero es bien relevante para la comunidad académica estar en contacto con investigadores de primer nivel, entre los que se encuentra incluso un premio Nobel”. Zipitría, que es doctor en Economía por la Universidad de San Andrés (Argentina) y profesor en distintas universidades de Uruguay, señaló también que este encuentro es clave para ver los trabajos que se están analizando en otras latitudes, dialogar con investigadores de primer nivel en Uruguay y hacer vínculos con otros especialistas extranjeros que están en otras universidades.

En la misma sintonía, el doctor en Economía y profesor de la Udelar Marcelo Bérgolo recalcó a la diaria que la conferencia reúne a investigadores, técnicos de organismos internacionales y hacedores de política, por lo que los debates que se generan en este ámbito son “claves para la región”. “Es una de las conferencias anuales más importantes y grandes en el campo de la economía. Que hayan elegido Uruguay y la Udelar como sede tiene, definitivamente, implicancias importantes. Esta es una gran señal de que la FCEA y la FCS, y en particular el Iecon y el Departamento de Economía, cuentan con la madurez, la capacidad y la fortaleza para organizar este tipo de eventos”. Para Bérgolo, el congreso abre una “gran oportunidad” para colaborar con otras universidades en Uruguay.

En el evento, que se realizará en la FCEA, se presentarán y discutirán investigaciones recientes sobre temas económicos de la región y se espera que participen alrededor de 500 economistas.

Una agenda con más de 350 investigaciones

La conferencia, en la que se espera que se presenten más de 350 investigaciones seleccionadas en sesiones paralelas, cubrirá un amplio espectro de temas, que incluyen macroeconomía, economía laboral, políticas fiscales, cambio climático, género, familia, productividad, inflación y economía del desarrollo.

Esta diversidad temática permitirá a los asistentes obtener una visión panorámica de la economía actual y de los retos y avances que se han dado en la región. Las sesiones incluyen desde teoría económica y economía comportamental hasta enfoques aplicados en desarrollo y microeconomía, lo que refleja la amplitud de la investigación contemporánea en esta área del conocimiento.

Entre los oradores destacados, además de Robinson, se encuentran Raquel Fernández, profesora de la Universidad de Nueva York, Bo Honoré, de la Universidad de Princeton, Hugo Hopenhayn, de la Universidad de California en Los Ángeles, Adriana Kugler, miembro de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal, Eliana La Ferrara, profesora de Políticas Públicas en la Harvard Kennedy School, Esteban Rossi-Hansberg, de la Universidad de Chicago, y Petra Todd, de la Universidad de Pensilvania.

También participan Tasso Adamopoulos, Javier Bianchi, David Atkin, Jordi Brandts, Matías Cattaneo, Tim Cason, Emilio Depetris-Chauvin, Federico Echenique, Hülya Eraslan, Michela Giorcelli, Leandro Gorno, Toru Kitagawa, Kala Krishna, Juan Pablo Nicolini, Gabriel Ulyssea y Felipe Valencia.

James Robinson.

James Robinson.

Foto: Wikimedia Commons

El aporte de James Robinson

El reciente premio Nobel en economía, James Robinson, tiene un extenso trabajo sobre la desigualdad en América Latina, señaló Amarante. “Robinson ha trabajado mucho en determinar cuál es el rol que tienen las instituciones como determinantes o como factores clave para la desigualdad de los países de América Latina. Su trabajo se basa en el estudio de las experiencias de los distintos países, por ejemplo, los que fueron colonias de diferentes países desarrollados, y busca determinar la manera como sus instituciones, desarrolladas a partir de esas formas diferenciadas de colonialismo, influyeron después en el desempeño económico y en la desigualdad”.

Por su parte, Zipitría destacó que Robinson ha visitado Uruguay en anteriores oportunidades y ha tenido vínculos con académicos de nuestro país. “Ha sido un investigador de varios temas de América Latina. En particular, ha desarrollado muchas investigaciones en Colombia y Bolivia, donde ha tenido acceso a varias bases de datos y ha podido investigar cómo la historia ha condicionado el desarrollo relativo de determinadas regiones. Yo creo que es bastante poco común encontrar un investigador del norte, de universidades en Estados Unidos o Inglaterra, que tenga un interés tan fuerte por realizar investigaciones en países de América Latina”, agregó.

También destacó que Robinson no sólo ha investigado sobre América Latina, sino que se ha vinculado con economistas de la región. “Su énfasis en las instituciones y en cómo estas condicionan el desarrollo posterior de los países ha sido clave para poner las instituciones específicas de América Latina sobre el mapa en el desarrollo posterior. Y ha servido también para ponerles números, porque muchas veces existía esa creencia de que la historia condicionaba parte del desarrollo presente de algunos países, pero no contábamos con datos que permitieran contrastar cómo había sido el desarrollo posterior relativo de cada una de las regiones. Eso es algo que Robinson ha hecho muy bien”.

Ahondando en la importancia de los aportes a la economía que realizó este ilustre visitante, Bérgolo afirmó que Robinson se ha destacado además por sus investigaciones sobre la relación entre el poder político y las instituciones, y cómo esto explica en parte las dinámicas de desarrollo, pobreza y desigualdad. “Algo a destacar es que una parte importante de estos estudios se ha centrado en el caso de América Latina y en algunos países en particular, por lo que sus aportes son definitivamente fundamentales para entender estos fenómenos en nuestra región. Desde ese lugar, uno de sus principales aportes, que ha realizado junto con otros coautores [...], ha sido documentar y construir una teoría de cómo la pobreza y la desigualdad en América Latina están profundamente arraigadas en el colonialismo, la explotación de los pueblos indígenas y la existencia de la esclavitud”, agregó.

“Economías extractivas”

En su investigación, Robinson explica que las dinámicas de América Latina desde principios del siglo XIX pueden entenderse dentro del marco de las “economías extractivas”, caracterizadas por derechos de propiedad y rentas derivadas de la explotación de recursos naturales, concentradas en una élite económica, indicó.

“A su vez, están las instituciones democráticas limitadas o débiles, lo que genera consecuencias negativas para el desempeño económico a largo plazo. En ese sentido, definitivamente Robinson ha sido clave en sus desarrollos, en sus estudios, para dar una explicación a este tipo de problemas. Me parece que esta perspectiva, con los matices propios de la evolución histórica de nuestro país, parece ser consistente con algunos fenómenos estructurales de Uruguay, como son la persistencia de la pobreza y la desigualdad, y el magro desempeño económico a largo plazo”, reflexionó.

Robinson es profesor de Estudios de Conflictos Globales y director del Instituto Pearson para el Estudio y la Resolución de Conflictos Globales de la Universidad de Chicago. Su trabajo explora las causas subyacentes de la divergencia económica y política tanto histórica como actual, y utiliza los métodos matemáticos y cuantitativos de la economía, junto con las metodologías cualitativas, de estudio de caso y de trabajo de campo que se utilizan en otras ciencias sociales.

El investigador británico tiene un interés particular en el África subsahariana y en América Latina, y ha realizado trabajo de campo y recopilado datos en Bolivia, Colombia, Haití, República Democrática del Congo, Nigeria, Sierra Leona, Sudáfrica y Zimbabue. De hecho, entre 1994 y 2022 impartió cursos en la Universidad de los Andes en Bogotá y publicó varios libros, como Orígenes económicos de la dictadura y la democracia y Por qué fracasan las naciones: los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza.

Pobreza y desigualdad

En una reciente entrevista concedida a la BBC, Robinson aseguró que “la pobreza y la desigualdad en América Latina están profundamente arraigadas en el colonialismo y la explotación de los indígenas”. El economista explicó que su trabajo ha estado enfocado en entender por qué el mundo está dividido entre países prósperos y pobres, tratando de comprender cómo surgió históricamente esa diferencia y cómo se ha mantenido en el tiempo.

Consultado sobre si la desigualdad ha mejorado en las últimas décadas, aseguró que, a pesar de que ha habido “enormes mejoras” en algunas partes del mundo, no ha sucedido lo mismo en África subsahariana y en América Latina.

“Nuestra investigación muestra que la pobreza y la desigualdad en América Latina están profundamente arraigadas en el colonialismo, la explotación de los indígenas y la existencia de la esclavitud. Y esas desigualdades se reproducen de muchas maneras en la actualidad. Latinoamérica tiene grandes problemas de inclusión, marginalización y explotación. Por eso es pobre y aún sigue tratando de encontrar una salida”, agregó.

Con respecto a la democracia, aseguró que es un “sistema bastante nuevo” en la región e indicó que, en algún sentido, “ha sido decepcionante” para América Latina, ya que se prometió que los problemas de las personas se acabarían y “eso no era verdad”. “La desigualdad lo desafía todo, desafía el contrato fundamental de las sociedades. Es muy difícil tener una sociedad culturalmente democrática cuando existen enormes niveles de desigualdad”. Por último, consideró que para reducir la desigualdad hay que construir instituciones políticas y económicas más inclusivas, y aseguró que “este es el principal problema en América Latina”.