En este taller se aborda el diseño de piezas infográficas con el objetivo principal de hacer accesible información compleja. En ese marco, 50 estudiantes, de un total de 200, abordaron temáticas vinculadas al mercado de trabajo, pobreza y desigualdad, así como una investigación sobre el uso del tiempo de hombres y mujeres en Uruguay. Se trabajó de forma interdisciplinar, promoviendo el diálogo entre estudiantes, profesionales e investigadores para generar piezas de difusión que, sin simplificar la información, la volvieran más accesible.
Distribución del ingreso
Una de las características de la distribución del ingreso en el mundo, y también en Uruguay, es la existencia de un grupo de individuos significativamente más ricos que el resto. Si bien no es una definición demasiado precisa, en general se suele hablar del “1% más rico”, o incluso de grupos más pequeños. En el caso de nuestro país, este grupo nuclea a cerca de 25.000 personas. En ese sentido, en Uruguay sabemos poco sobre ese famoso 1%, pero cada vez sabemos más. Sabemos, por ejemplo, que su participación en el total de los ingresos se ubica en el entorno del 15%-16%, lo que representa aproximadamente lo mismo que percibe el 50% más pobre combinado.1
¿Cómo se reparte la torta?
Las personas con más ingresos suelen subdeclararlos, por lo que es difícil determinar cuánto ganan con exactitud. La forma más precisa de estimar su ganancia es a través del IRPF, aunque esta fuente tampoco es perfecta considerando que no todos los ingresos están registrados y que se pueden reducir los impuestos mediante técnicas tributarias o evasión. Es por estos motivos que sólo podemos contar con un estimado de cuántos ingresos poseen realmente.
Un desfile de enanos y gigantes
En 1971, el economista Jan Pen escribió un artículo titulado “Un desfile de enanos (y algunos gigantes)” para describir la distribución del ingreso en Reino Unido. En concreto, el autor aborda esta problemática recurriendo a la idea de un desfile, que se extiende a lo largo de una hora y en el que las personas van apareciendo en función de su estatura, que se corresponde justamente con la magnitud de sus ingresos. Así, el desfile comienza con una inmensa fila de personas enanas cuya altura aumenta muy de a poquito. Luego, a medida que avanza, van apareciendo trabajadores más calificados, técnicos y especialistas de mayor altura.
Más sobre el final, cuando restan apenas 12 minutos para finalizar, aparecen las primeras personas de altura promedio: profesores, mandos medios y agricultores. Luego, apenas unos minutos antes del cierre, comienzan a desfilar las personas de tres, cuatro y cinco metros de estatura. Finalmente, a falta de un minuto, entran en escena algunos gigantes, de ocho, diez y 30 metros. Rápidamente, a falta de unos 30 segundos, aparecen personas que superan los 100, 200 y 500 metros.
Sin embargo, es en los últimos diez segundos que comienzan a aparecer los verdaderos gigantes, con alturas de cinco, diez, 15 kilómetros y tal vez más... La vista ya no alcanza para dimensionarlos, así que es difícil saberlo. Finalmente, el desfile concluye.2
En suma, este breve relato describe con precisión no sólo las características de la distribución del ingreso de Reino Unido en aquel momento, sino la de casi cualquier país en una economía capitalista.
Desigualdad, ingresos y patrimonio
La desigualdad es un fenómeno multidimensional, es decir, opera en diversos niveles: en los ingresos, en el patrimonio, en el capital y en muchos otros. Los ingresos pueden estar definidos por salarios, jubilaciones, rendimientos del capital u otras transferencias que las personas puedan recibir. La riqueza, por su parte, es el patrimonio: tierras, empresas o propiedades.
Naturalmente, ambas dimensiones están relacionadas, en tanto una persona puede transformar sus ingresos en riqueza y, a su vez, la riqueza suele generar ingresos a quien la posee. En efecto, los patrimonios elevadísimos son parte de las causas por las que los más ricos tienen semejante cantidad de ingresos. Hay que tener presente que las estimaciones sobre el patrimonio son más imprecisas con respecto a las de los ingresos, aunque podemos afirmar con cierta seguridad que el 1% más rico concentra entre el 37% y el 40% de la riqueza total de Uruguay.3
A este respecto, para el 99% de la población los ingresos provienen principalmente de salarios o jubilaciones, siendo el porcentaje de los que provienen del capital cercano a 0%. Sólo dentro de los más ricos de ese 99%, el porcentaje de ingresos por capital se acerca al 5% de los ingresos totales.
Por otro lado, si bien los ingresos y la riqueza son recursos económicos, la riqueza está además vinculada al poder, brinda margen de maniobra ante eventos adversos y otorga prestigio e incidencia política a quien la posee, principalmente en el ámbito empresarial y financiero. La acumulación de ingresos, por su parte, trae consigo una movilidad descendente menor, es decir, cuanto más ingresos se tienen, menor es la probabilidad de perderlos.
Coordinación: Agustina Romero, Maite de los Santos.
Equipo docente de Taller de Diseño de Comunicación Visual 5: Gastón Croce, Maite de los Santos, Germán Dotta, Beatriz Leibner (docente responsable), Micaela Villanueva.
Infografía original: Paulina Aquino, Andrés Latorre, Sabrina Ríos, Matías Archetti, Evelyn Goncálvez.
Adaptación: Maite de los Santos.
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Burdín, G, De Rosa, M, Vigorito, A & Vilá, J (2022). Falling inequality and the growing capital income share: Reconciling divergent trends in survey and tax data. World Development, 152, 105783. ↩
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“El 1% y un desfile de enanos y gigantes”, la diaria. ↩
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De Rosa, M (2024). Wealth Inequality in the South: Multi-Source Evidence from Uruguay. Review of Income and Wealth. ↩