Según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) , el índice medio de salarios (IMS) aumentó 5,6% en términos interanuales durante agosto, impulsado principalmente por el incremento de 6,4% correspondiente al sector público (en el caso del sector privado, el avance nominal de los salarios fue de 5,1%).

En términos reales, es decir, descontado el efecto de la inflación, el poder de compra aumentó 1,3% con relación a agosto de 2024. Dentro de la órbita pública, la mejora interanual del poder de compra ascendió a 2,1%, siendo de 0,9% para los privados.

Sector público

En este caso, el mayor incremento salarial de agosto fue el del gobierno central, con un avance del IMS estimado en 6,5% (lo que deja como resultado un incremento real equivalente a 2,2%). En el caso de las empresas públicas, el aumento fue de 6,2% (1,9% real), y para los gobiernos departamentales se situó en torno al 6,1% (1,8% real).

Sector privado

Al interior de la esfera privada, los incrementos del IMS fueron muy dispares (gráfico 2). Por un lado, el mayor aumento fue el correspondiente al sector de transporte y comunicaciones, con un salto interanual del 6,6%, que supone una mejora del poder de compra equivalente al 2,3%. En el otro extremo, el menor incremento fue el de los servicios sociales y de salud, cuyo avance nominal (3,4%) no fue suficiente para compensar la inflación (4,2%), dejando como resultado una contracción del salario real estimada en 0,8%.

Foto del artículo 'Evolución de los salarios en agosto'

Según los lineamientos presentados por el Poder Ejecutivo para la ronda salarial en curso, el poder adquisitivo aumentaría 4,3% durante el bienio para aquellos trabajadores comprendidos en la primera franja de ingresos que fue definida para diferenciar la magnitud de los aumentos (es decir, para los trabajadores que perciben menos de 38.950 pesos). Esto surge de la consideración conjunta de los aumentos nominales contemplados para el primer y segundo año del convenio (7% y 6,4%, respectivamente) y de la proyección de inflación prevista para ese período (4,5%).

Para la segunda franja, que comprende a las personas cuyos ingresos por trabajo se sitúan entre los 38.951 pesos y los 165.228 pesos (64% del total), la mejora del poder de compra durante el bienio comprendido en esta instancia de negociación se ubicaría en torno al 2%.

Finalmente, para los restantes trabajadores que forman parte de esta ronda, que son aquellos cuyos ingresos salariales superan los 165.229 pesos (apenas el 6% del total), no está previsto un aumento del salario real, en tanto los incrementos definidos en términos nominales son equivalentes a la inflación (en torno a 4,5% para cada año). Esto no implica necesariamente que no vayan a recibir mejoras reales durante el período en cuestión, sino que la decisión se traslada al ámbito de la empresa.

En ese sentido, los lineamientos oficiales lo que buscan es encuadrar las negociaciones de forma de contemplar otros objetivos de política económica, como el de reducir la inflación y hacerla converger a la meta del 4,5%, pero al final la definición se toma en un ámbito tripartito y puede no reflejar exactamente las preferencias del Poder Ejecutivo, plasmadas en el diseño de pautas presentado meses atrás.