La transición entró en su etapa más ríspida. El equipo económico de Yamandú Orsi considera que el gobierno está “maquillando” los números y ocultando información clave para disminuir las verdaderas cifras de déficit fiscal, al postergar el pago de deudas y adelantar impuestos.

Esto había sido advertido días atrás por el exministro de Economía y actual candidato a la Intendencia de Montevideo Mario Bergara, más allá de la polémica que se generó producto de las cifras manejadas en aquel momento y que contenían un error que fue posteriormente reconocido desde su cuenta en X.

Si bien la falta de información oficial de algunos datos clave impide cuantificar los verdaderos números del déficit, los elementos reunidos hasta el momento hacen sospechar al equipo de Orsi que la postergación de gastos y el adelantamiento de ingresos puede significar un escenario desafiante para el próximo gobierno.

“La magnitud de estas medidas (postergación de gastos y adelantamiento de ingresos) no la podemos cuantificar con precisión en este momento, pero, de acuerdo con la información parcial y básicamente informal que hemos podido recopilar hasta el momento, porque oficialmente no hemos podido obtener información al respecto, se ubicaría, en un escenario de mínima, en una cifra que oscilaría entre 0,4 y 0,5 puntos porcentuales del PIB: entre 300 y 400 millones de dólares”, indicó a la diaria una importante fuente del equipo económico.

Asimismo, advirtió que las cifras de cierre de 2024, publicadas el 31 de enero por el gobierno, “subestiman en realidad el verdadero déficit fiscal de ese año, debido a la postergación de gastos y el adelantamiento de ingresos”.

Sobre la transición

Desde el equipo económico no están conformes con la fluidez de la transición. En ese sentido, dejaron en claro que el viernes no se realizó ninguna reunión y que el último encuentro con la dirección de Política Económica y la Asesoría Macroeconómica tuvo lugar el martes 21 de enero.

“En esa ocasión no se nos aportó información relevante sobre el cierre fiscal 2024. Sólo se nos informó que el déficit estaría un poco por arriba del resultado de los últimos 12 meses a noviembre de 2024, cosa que se confirmó el 31 de enero cuando se publicaron las cifras oficiales”, añadió.

Sobre las empresas públicas, el equipo económico entrante afirma que el Ejecutivo planteó que no manejaba las proyecciones debido a que la que se encarga de ello es la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).

“Nos entregaron las proyecciones actualizadas de las principales variables macroeconómicas para 2024, no así para 2025. Sobre la deuda con proveedores, se nos informó que la manejaba la CGN [Contaduría General de la Nación], con la que nos reunimos el lunes, y sobre el tema particular de la deuda con proveedores de ASSE [Administración de los Servicios de Salud del Estado] se nos informó que no disponían de la información”, añadió.

“Falta sustancia”

El futuro ministro, Gabriel Oddone, señaló el martes, en una entrevista con Telemundo, que a pesar de que la transición se ha “movido un poco más” en los últimos días, podría haber sido “más rápida y fluida” en materia de información.

“Las formas se cumplen, pero la sustancia nos falta”, remarcó Oddone, e indicó que el gobierno no respondió a todas las preguntas que le fueron realizadas. “Posiblemente algunas no tenían respuestas y otras preferían que las descubriéramos [...]. Es una transición que tiene sus claros y sus oscuros. Yo no la habría hecho de esta manera”, sentenció.

Sostuvo que la estimación de la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, sobre los anticipos de impuestos realizados por las empresas públicas para este año, que son del orden de los 60 millones de dólares, son “relativamente altos en comparación con el promedio histórico, que suele ser de diez millones”.

“Eso permitió alcanzar un resultado fiscal efectivo para este año que es mejor del que hubiera sido. La fotografía fiscal está lejos de ser un problema preocupante, pero en ningún caso constituye una situación despejada”, afirmó. Además, consideró que la situación fiscal que va a heredar el futuro gobierno “es más o menos la misma que había en 2019, pero con más nivel de gasto y deuda”.

Elementos pendientes

En los últimos días, distintos economistas y dirigentes del Frente Amplio señalaron que hay “elementos pendientes” en la transición de gobierno en materia económica y remarcaron que hasta el momento ha sido “poco transparente”. Aseguraron que todavía hay “mucho por descubrir”, sobre todo en lo que refiere a los pasivos que habrá que pagar y a los impuestos que se adelantaron.

Remarcaron, en ese sentido, que el gobierno desarrolló prácticas que reducen de forma artificial el déficit al postergar el pago de obras, lo que hará que la próxima administración tenga que afrontar esas deudas.

El economista Fernando Isabella, que ocupó el cargo de director de Planificación en la OPP en la administración frenteamplista pasada, dijo a la diaria que hay algunos “elementos clave” en cualquier proceso de transición que “todavía están pendientes” y que no son reconocidos por el actual gobierno.

“Por ejemplo, la proyección pasiva del resultado fiscal de 2025 es un elemento muy importante de la política fiscal. Las autoridades entrantes señalaron que no les han dado este dato y eso no ha sido desmentido por el gobierno. De hecho, han argumentado cosas como que los funcionarios estaban de licencia. Parece haber un problema, pero aún no se sabe de qué gravedad”, añadió el docente e investigador universitario.

“Todavía hay mucho por descubrir”, afirmó, ya que el próximo gobierno tendrá que dar a conocer cuántos son los pasivos que va a tener que asumir la nueva administración de las distintas obras que no se pagaron. Además, tendrá que reconocer si efectivamente hubo adelantos de impuestos de las empresas públicas.

“Buena parte de las obras que ha hecho el gobierno no se han pagado y esa deuda tendrá que abonarse después. Lo que vamos a encontrar a partir de 2026 es que se tendrá que empezar a pagar buena parte de las obras que el gobierno inauguró este año. Todo eso pone a la próxima administración en una situación fiscal desafiante”, remarcó.

Martín Vallcorba y Gabriel Oddone.

Martín Vallcorba y Gabriel Oddone.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

El disparador

El primero en generar polémica sobre la situación de la transición en materia económica fue el senador y precandidato a la Intendencia de Montevideo Mario Bergara, quien sugirió que la administración actual ha alterado las cifras del déficit al adelantar ingresos y postergar gastos.

“Más allá de la magnitud, es claramente una intención de mostrar un déficit más bajo, que viene de la mano de adelantar impuestos, entre comillas, artificialmente, y postergar gastos para el año que viene”, indicó Bergara en una rueda de prensa el lunes.

Consideró que el gobierno, liderado por Luis Lacalle Pou, “fracasó” en la política fiscal y remarcó que la transición ha sido “poco transparente”, ya que aún falta información para saber cuál es el estado de situación.

La postura del gobierno

El lunes, Arbeleche argumentó en conferencia de prensa que se está llevando adelante una “transición ordenada”. En materia de política fiscal, la ministra destacó que hubo una mejora de 0,5 puntos porcentuales. “En 2019 el déficit fiscal era de 3,9% del PIB; en 2024 cerró en 3,4%, es decir, es un resultado menor”, resaltó.

Asimismo, salió al cruce de las afirmaciones de Bergara y aseguró que son “mentiras”. A este respecto, calificó el adelanto de impuestos como “algo usual en la gestión fiscal” y aclaró que el monto total fue de 60 millones de dólares. En ese sentido, cuestionó duramente los dichos de Bergara calificándolos de “disparatados” y “ridículos”.

La ministra manifestó el malestar que las palabras del exministro de Economía provocaron en el gobierno y comentó que el propio Lacalle Pou se comunicó con Yamandú Orsi, porque “no es aceptable que se hable públicamente y se digan estas mentiras”. “En lo personal, y hablo como equipo económico, el resultado fiscal en 2024 es mejor que lo que fue en 2019; no es necesario que se realice un ajuste fiscal en 2025, como se lo he transmitido al ministro designado Oddone”, afirmó.

Según Arbeleche, el gobierno entrante “está abriendo el paraguas para que luego se haga una consolidación fiscal, ya sea por aumento de impuestos o reducción de gasto”. “Esta administración está dejando la política fiscal ordenada sin necesidad de que se realice un ajuste fiscal”.

En la misma línea que la ministra, el excandidato por el Partido Nacional, Álvaro Delgado, afirmó que el gobierno electo busca imponer “relatos” para “preparar el terreno” para subir impuestos o hacer un ajuste fiscal.

Asimismo, advirtió que “no se va a permitir instalar relatos”, porque en 2019, cuando era el responsable de la transición, “recibimos infinitamente menos información que la que ya dio el actual gobierno al electo”.

Consenso

Por su parte, Isabella remarcó, en diálogo con este medio, que hay “consenso entre los analistas” de que el resultado fiscal “empeoró fuertemente” en la segunda mitad de este gobierno, finalizando con una situación “muy similar” a la de 2019.

“Podrá haber alguna décima más o menos, pero es bastante claro que hay un déficit fiscal relativamente alto, en un nivel que a quienes hoy están dejando el gobierno hace cinco años les parecía alarmante. También parece claro que hay importantes niveles de deuda con proveedores no pagados”, agregó.

El actual gobierno buscó mejorar el resultado fiscal al no pagar a los proveedores y pasando la deuda para el próximo año, reiteró. “Hubo un empeoramiento fiscal en la segunda mitad de la gestión y el gobierno incumplió claramente sus proyecciones y sus reglas fiscales. Eso parece bastante evidente y difícil de controvertir”, remarcó.

Lo que dicen los analistas

Tras la declaración de Bergara, el economista Javier de Haedo afirmó en la red X que es “insólito” que el gobierno de Lacalle Pou “destaque su gestión fiscal cuando quedó lejísimos de la meta que planteó en el presupuesto”. “Fue una pésima gestión fiscal. Tiempo de relatos”, añadió.

Meses antes, De Haedo, que se desempeña como coordinador del Observatorio de la Coyuntura Económica de la Universidad Católica, adelantó a la diaria el 18 de julio que el próximo gobierno enfrentaría una “situación complicada” debido a un déficit fiscal que es al menos el doble de lo que debería ser. Esto obligará a priorizar el “cuidado de la caja” y a buscar maneras de mejorar la competitividad.

El 13 de enero, la magíster en Economía e investigadora asociada del Centro de Investigaciones Económicas Silvia Rodríguez Collazo indicó, en un artículo publicado en la diaria, que 2024 cerró con un déficit fiscal similar al de 2019 y con un aumento de la deuda pública de más de diez puntos porcentuales del PIB.

Según Rodríguez Collazo, en dólares corrientes, la expansión del gasto público en el actual período de gobierno se ubicó en una cifra cercana a los 900 millones de dólares. La economista consideró que las cifras fiscales y los niveles de endeudamiento públicos son una “sombra” a la hora de hacer un balance de la gestión del gobierno.

A principios de año, la diaria intentó obtener una respuesta del MEF sobre las cifras más recientes, pero las autoridades informaron que “por el momento” no harían declaraciones.

El 26 de diciembre, Rodríguez Collazo y el economista Joaquín Torres mostraron sus reservas con respecto a la efectividad de la regla fiscal implementada por la actual administración en un artículo publicado también en este medio. Advertían, concretamente, que el aumento del límite de endeudamiento genera una “presión significativa” para el próximo gobierno.

Incluso el presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales, Diego O’Neill, advirtió que el déficit fiscal es el “mayor pendiente” de la actual gestión. En una entrevista publicada en este suplemento el 12 de diciembre, afirmó que “el tema del déficit fiscal, sin duda, era el objetivo más ambicioso que la propia administración se había planteado, y no se alcanzó”.

Sin mejoras

Uno de los aspectos más cuestionados de la administración saliente es su incumplimiento de las promesas electorales. Al respecto, Isabella sostuvo que el gobierno “falló” en una de sus promesas más importantes y recordó que, cuando las actuales autoridades asumieron, plantearon que era una situación fiscal “muy compleja”, por lo que prometieron mejorarla sin empeorar los servicios públicos y las áreas sociales.

“Cinco años después, tenemos una situación fiscal muy parecida a la de 2019, pero con diferencias. En 2019 había una situación fiscal difícil, es verdad. También es cierto que hubo aumentos presupuestarios en una serie muy importante de áreas de servicios públicos que explican esa cifra”, añadió.

Recordó, asimismo, que durante la gestión del Frente Amplio se duplicaron los salarios de los docentes, se triplicó el de los policías y hubo un aumento “muy fuerte” de los recursos destinados a la salud.

El experto resaltó que la principal diferencia entre el actual gobierno y los anteriores del Frente Amplio es que, en esta administración, a pesar de que no se mejoró en materia de servicios públicos ni se redujo la desigualdad, existe un nivel de déficit similar al de 2019.

En la misma sintonía, el exsenador frenteamplista, futuro vicepresidente de ASSE y economista Daniel Olesker dijo a la diaria el 18 de enero que el aumento del gasto se debió a “razones claramente electorales”, y alertó que esa mayor disposición de los dineros públicos fue “mal direccionada” porque “no se orientó a resolver problemas vinculados a la pobreza y la desigualdad”. “Está claro que el gobierno fracasó en esto, porque, además, se lo había planteado como un objetivo central. Este fracaso es más significativo al ser su promesa principal; prometieron una reducción del gasto de unos 900 millones de dólares”, recordó.

El 3 de marzo de 2020, Arbeleche había dicho, al asumir como titular del MEF, que el déficit fiscal era “insostenible” y que su preocupación era comenzar a “generar ahorros” por 900 millones de dólares, equivalentes al 1,5% del PIB. En aquel momento, aseguró que estos ahorros eran necesarios para enfrentar la “falta de competitividad” que aquejaba al país, y señaló que eso podría lograrse sin cambios institucionales ni legales.

“Ajuste de mala calidad”

Al principio de la gestión, el Ejecutivo hizo un ajuste de “mala calidad”, basado en reducir salarios, jubilaciones e inversión pública, lo cual era “insostenible” en el tiempo, sobre todo porque se comprometió a devolver los salarios a su nivel al final de su período, remarcó Isabella. El ajuste fue de tan “mala calidad”, que no representó ninguna “mejora sustancial” en materia de gestión fiscal, indicó el economista.

En referencia a las acusaciones por parte de dirigentes oficialistas sobre un posible ajuste fiscal, Isabella dijo que es “parte del juego político” y afirmó que le “llama la atención que a los dirigentes del actual gobierno les asuste dicha perspectiva cuando fue lo que hicieron apenas empezó este gobierno”.

“Es una situación fiscal desafiante, porque venimos de un período en el que se acumularon deudas sociales, donde importantes sectores de servicios públicos no tuvieron aumentos significativos o tuvieron directamente rebajas y recortes que ahora van a exigir aumentos, pero a la misma vez los números están en rojo”, concluyó.