El dato

En un informe recientemente publicado por Unicef Uruguay se estima la distribución del gasto público social (GPS) por edad.1 El gráfico muestra cómo se distribuye por edades el GPS en dos áreas clave: la protección social y la seguridad social. A este respecto, se observa un aumento significativo del gasto a partir de los 60 años, alcanzando su pico en las edades más avanzadas, debido al fuerte peso de las jubilaciones y pensiones. En contraste, el gasto en infancia y adolescencia, mayoritariamente destinado a políticas de protección social, es considerablemente menor, reflejando un enfoque del sistema de protección social más orientado hacia la población adulta mayor.

El gasto per cápita en protección y seguridad social varía sensiblemente según la edad. En promedio, cada niño, niña o adolescente recibe 17.200 pesos mensuales, mientras que los adultos menores de 60 años reciben 9.600 pesos. En contraste, los adultos mayores de 60 años perciben 37.100 pesos mensuales, lo que refleja un sistema de protección social orientado principalmente a la población mayor.

El contexto

¿Cuál es la magnitud del GPS total en Uruguay y cuánto se destina a la infancia?

En 2022, el GPS total en Uruguay, que incluye la protección y seguridad social, la salud, la educación y la vivienda, entre otros, alcanzó 17.000 millones de dólares, lo que representa un 24,5% del PIB. De este total, la inversión en infancia fue de 4.000 millones de dólares, equivalente al 5,7% del PIB. Esto indica que el 23% del GPS se destina a niños, niñas y adolescentes.

¿Cuáles son las principales áreas de inversión del GPS en infancia?

La mayor parte del GPS en infancia se destina a la educación (51,7%), seguida por la salud (19,5%) y la protección social (17,7%). Estas áreas tienen como objetivo garantizar el acceso a derechos fundamentales, como una educación de calidad, el acceso a servicios de salud adecuados y el bienestar de niños, niñas y adolescentes.

¿Cómo se distribuye el GPS en protección social y seguridad social por tramos de edad?

En Uruguay, más de la mitad del GPS (50,9%) se destina a seguridad social (45,7%) y protección social (5,2%). Dentro de esa distribución, se observa una clara prioridad hacia la población mayor.

Según los últimos datos elaborados por el Mides y Unicef, el 70,4% de estos recursos se destinan a personas de 60 años o más, reflejando el fuerte peso de las jubilaciones y pensiones en el sistema de protección social del país. En contraste, la población en edad activa (18 a 59 años) recibe el 19,2% del gasto, mientras que los menores de 18 años acceden sólo al 10,4% de estos fondos. Esta distribución muestra un claro desbalance hacia los adultos mayores, en un contexto en el que el envejecimiento poblacional plantea desafíos para la sostenibilidad del sistema de seguridad social.

¿Cuál es la percepción de los uruguayos con relación a los niveles de protección a lo largo de la vida?

Según datos de la Usina de Percepción Ciudadana, el 65% de los uruguayos considera que la protección social para las personas mayores es inadecuada, mientras que un 51% opina lo mismo respecto a niños, niñas y adolescentes. Esto ocurre a pesar de que los indicadores sociales en Uruguay muestran una situación significativamente más desfavorable para la infancia y la adolescencia. No obstante, la percepción de la población es más crítica con la protección social destinada a los mayores en comparación con la de los más jóvenes.2


  1. “El gasto público social en Uruguay”. Disponible en: unicef.org/uruguay/infancia-en-datos/inversion-en-infancia/el-gasto-publico-social-en-uruguay 

  2. “Investigación para el Monitoreo de la Matriz de Bienestar”. Centro de Estudios Etcétera para la Asociación Nacional de Organizaciones No Gubernamentales Orientadas al Desarrollo, 2023. Disponible en: anong.org.uy/wp-content/uploads/2023/07/Investigacion-para-el-Monitoreo-de-la-Matriz-de-Bienestar.pdf