El índice de precios del consumo aumentó 1,1% en términos mensuales, dejando el registro interanual levemente por encima del 5% (cuatro décimas por debajo de la cifra de diciembre).
La inflación tendencial, que captura la dinámica más estable de los precios (excluyendo los que corresponden a los productos más volátiles, como las frutas y las verduras), también se aceleró con respecto a la medición previa, ubicándose por encima del 5,8% interanual. A este respecto, el dato de enero estuvo incidido por el plan “UTE Premia” que, si bien tradicionalmente se aplica en diciembre, en esta oportunidad se difirió parcialmente hacia enero. Esto explica, en parte, la caída de los precios del suministro de energía eléctrica (en enero de 2024 no se aplicó), dado que este factor más que compensó el incremento de las tarifas correspondiente al mes pasado (al igual que todos los años).
Por su parte, tanto la inflación transable (que refleja la dinámica de precios de los productos que son sensibles al dólar) como la no transable (que captura las presiones domésticas) se aceleraron durante el mes. En el primer caso, el aumento se dio a pesar de que, en promedio, el tipo de cambio cayó entre diciembre y enero. En ese sentido, la evolución reciente de la inflación recoge las presiones que exhibieron los precios de los servicios asociados a la temporada turística (como los del alojamiento y el suministro de comida).