A casi un mes de asumir, el gobierno ya tiene los números reales que recibió de la administración de Luis Lacalle Pou y, si bien los hará públicos recién el lunes, ya viene trabajando para controlar una situación que, sin ser dramática, presenta un escenario “desafiante” que exigirá el máximo de creatividad para gestionar los recursos y fomentar la productividad, indicaron a la diaria fuentes allegadas al gobierno.

Si bien el equipo económico guarda bajo cuatro llaves las cifras que heredaron del gobierno de Lacalle Pou, fuentes consultadas por la diaria un mes atrás ya habían adelantado que la postergación de pago de deudas y el adelanto de impuestos podrían representar hasta medio punto del PIB, algo que fue confirmado días atrás por distintos medios.

Con este escenario por delante, el ministro Gabriel Oddone tiene un claro objetivo: lograr un rápido crecimiento del PIB que le permita equilibrar las cuentas públicas y cumplir con los compromisos electorales asumidos por la nueva administración. Esta es la encrucijada que enfrenta el equipo económico que, con restricciones “fiscales importantes”, tiene el enorme desafío de crecer más, afirmaron economistas a la diaria.

La gerenta del Departamento de Economía de CPA Ferrere, María Inés Mailhos, dijo a la diaria que el gobierno de Yamandú Orsi enfrenta un “escenario fiscal desafiante” y necesitará estrategias “creativas”. Según Mailhos, el deterioro en el resultado fiscal estructural y el crecimiento económico moderado limitan el margen de acción del Ejecutivo.

Remarcó que las cifras de déficit fiscal ya venían presentando un desgaste en el último año y, en caso de que se confirmen los datos que trascendieron, “no harían más que elevar el nivel de deterioro”.

“El cierre fiscal de 2024 fue peor de lo que el gobierno saliente hubiese querido y por primera vez se incumplió la regla fiscal. Esto plantea un punto de partida complejo para la nueva administración”, explicó Mailhos, quien tiene un máster en Economía y Finanzas por la Universidad Pompeu Fabra de España.

En la misma sintonía, la economista e investigadora asociada del Centro de Investigaciones Económicas Silvia Rodríguez destacó, en diálogo con la diaria, que si las cifras que se manejan se confirman, 2025 será un año de “dificultades”, con una perspectiva “desafiante”. La especialista destacó que, hasta el momento, las cuentas públicas indican que la deuda del país ha alcanzado niveles más altos que en 2019, mientras que el déficit fiscal presenta cifras que podrían producir restricciones significativas en el nuevo presupuesto.

“Si los reportes de los medios son correctos, en 2025 habrá dos factores principales que impulsarán el déficit fiscal: la disminución de ingresos y el aumento de los pagos debido a deudas atrasadas. En dicho caso, se evidenciará que durante el gobierno anterior no se lograron mejoras sustanciales”, indicó.

Lo que, de hecho, añadió, pone al actual gobierno “ante una situación más compleja, ya que los niveles de deuda heredados del gobierno de Lacalle Pou son más de nueve puntos porcentuales más altos que en 2019. Por lo tanto, las cifras de déficit fiscal podrían mantenerse similares, pero con una carga de deuda mucho mayor”, subrayó.

Para 2025, el gobierno se enfrentará a gastos “bastante rígidos”, dado que la capacidad de ajustarlos mes a mes será limitada, según señaló Rodríguez, quien es profesora universitaria y tiene un máster en Economía.

“En cuanto al presupuesto, será crucial observar cuáles son los lineamientos del nuevo gobierno. Lo que está claro es que el déficit será más alto al principio y habrá ciertas restricciones”, añadió.

Creatividad y productividad

Fuentes del gobierno de Orsi señalaron a la diaria que existen “restricciones fiscales importantes” debido a que, aunque el déficit fiscal se mantiene en niveles similares a los de 2019, la deuda ha aumentado.

“Esta situación genera riesgos y exigirá del gobierno no sólo responsabilidad, sino también creatividad para gestionar los recursos, reducir ineficiencias y fomentar la productividad tanto en el sector público como en el privado”, indicaron.

En este sentido, aseguraron que el Ejecutivo buscará optimizar el uso de los fondos públicos para avanzar en sus objetivos de crecimiento, equidad y sustentabilidad. Señalaron que, ante este escenario, el gobierno pondrá el foco en la eficiencia y la mejora de la productividad para evitar costos innecesarios que dificulten la actividad privada.

“Estamos analizando cómo facilitar la productividad del sector privado, eliminando trabas burocráticas y regulatorias que generan costos adicionales o limiten la innovación. Creemos que este es un desafío clave. Si logramos conjugar estos esfuerzos, podremos manejar el déficit fiscal de manera razonable, con una buena gestión de la deuda y manteniendo el acceso a los mercados internacionales, aunque con un escenario fiscal desafiante”, concluyeron.

Crecimiento

Desde la visión de Rodríguez, el crecimiento económico es una variable importante para enfrentar esta situación.

“Hay una clave fundamental que es el crecimiento del producto. Si se logra despegar y salir de estos crecimientos tan magros que tuvimos en los últimos años, se podrán mejorar los niveles de déficit fiscal, ya que abren otras fuentes de ingresos”, explicó.

Finalmente, consideró que será clave esperar la presentación del presupuesto para conocer en detalle las estrategias del nuevo gobierno: “En unos meses tendremos información más clara sobre cuál es realmente la situación fiscal heredada y cuáles son los planes del gobierno para los próximos años. Lo que sí es seguro es que lograr un crecimiento económico sólido será fundamental para mejorar las cuentas públicas”.

Por su parte, el magíster en Economía y director de la consultora Etcétera, Fernando Isabella, coincidió, en diálogo con la diaria, que el escenario es “desafiante”.

“Por un lado, el programa del Frente Amplio plantea objetivos muy compartibles en materia social, que implican aumentar el gasto en educación, salud, vivienda y cuidados, áreas que requieren un fortalecimiento sustancial. Al mismo tiempo, el país enfrenta una situación fiscal que no es cómoda y una economía con un crecimiento limitado”, remarcó.

Sostuvo que uno de los “objetivos centrales” del anterior gobierno “no se logró”, por lo que “fracasó en su intento de corregir el desequilibrio fiscal”.

Presupuesto

Mientras tanto, Mailhos recordó que la situación fiscal empeoró en año electoral, como viene ocurriendo desde una perspectiva histórica.

Si bien se han identificado algunos elementos positivos, como el mantenimiento del grado inversor y un spread soberano en niveles bajos, Mailhos señaló que el gobierno deberá enfocarse en recomponer la credibilidad fiscal y crear espacio para financiar sus prioridades.

“El nuevo presupuesto tiene el desafío de recuperar el ancla fiscal y, sobre todo, de abrir espacio para financiar iniciativas que promuevan el crecimiento y reviertan el rendimiento magro de los últimos años”, afirmó.

Sobre la sostenibilidad de la deuda, Mailhos resaltó que “se requiere una mejora estructural de al menos 1,5% del PIB respecto de 2024. Este será un reto clave para el nuevo gobierno”, aseguró.