En la mañana de este miércoles dos grupos organizados de la educación Primaria se pronunciaron a través de un comunicado para rechazar las recientes modificaciones anunciadas por el Consejo Directivo Central (Codicen) sobre cómo transcurrirá el cronograma escolar durante juli.

“La interrupción de las clases, ¿no debería ser la última medida sanitaria que debería adoptarse, en lugar de la primera y la única?”, fue una de las preguntas manifestadas por la Asociación Civil de Familias Organizadas de la Escuela Pública (FOEP), mientras que el sindicato de Primaria aseguró que “nada sustituye la presencialidad” y que “la virtualidad profundiza la brecha educativa”.

Es que este martes, el Codicen decidió adelantar las vacaciones para primaria común, originalmente previstas para la semana del 17 al 21 de julio. A partir de información del Ministerio de Salud Pública (MSP) sobre la saturación de camas de CTI para niños, todo hace indicar que la decisión final de las autoridades de la educación será que la semana de vacaciones se mantendrá entre el 17 y el 21 de julio, mientras que entre el 3 y el 14 de ese mes las clases serán virtuales, medida tanto para la educación inicial y primaria pública como para la privada. Aún así, este miércoles el órgano realizará una nueva sesión en la que terminará de confirmar las medidas.

En este marco, la FUM-TEP pidió una reunión de “carácter urgente” con la directora general de Educación Inicial y Primaria, Olga de las Heras. Según explicó a la diaria Gabriela Arbeleche, integrante del secretariado ejecutivo de la FUM-TEP, este martes la Coordinadora de Sindicatos de la Educación del Uruguay (CSEU) mantuvo una reunión “informal” con las autoridades del Codicen, en la que se decidieron ciertos puntos que luego cambiaron y en la que de las Heras no estuvo presente. Por tanto, señaló que la nueva reunión se solicitó “para poder hacer explícitas nuestras preocupaciones y conocer el punto de vista de cómo va a implementar” las medidas anunciadas hasta el momento.

Arbeleche narró que en la instancia entre la CSEU y el Codicen, la Coordinadora “que ha sido respetuosa siempre en lo que la autoridad sanitaria establece cuando hay este tipo de problemas, aceptamos que era necesario la interrupción de las clases” rápidamente, de acuerdo a la solicitud del MSP. Sin embargo, también dijo que las autoridades manifestaron en la reunión que “posiblemente hubiera una semana virtual” pero, en la tarde, el consejero político Juan Gabito anunció que serían dos semanas de actividad virtual.

“Por eso reivindicamos que nada sustituye la presencialidad, que ya tuvimos un proceso de virtualidad donde pudimos comprobar que hay una enorme inequidad”, y que “en las escuelas de todos los quintiles” hay alumnos que no cuentan con adultos referentes que acompañen ni tienen los implementos técnicos necesarios, señaló.

En ese sentido, uno de los puntos que plantea la FUM-TEP es que hayan maestros sin grupos a cargo para acompañar a los niños que están rezagados como consecuencia de la pandemia y que pueda “garantizarse” la continuidad educativa.

Por otro lado, Arbeleche esbozó que otra de las preocupaciones que le plantearán a de las Heras es “la necesidad de volver al receso de dos semanas en invierno, porque eso estaba establecido porque es el periodo que mayor cantidad de niños se enferma, entonces tenia la intencion de cuidado, protección y de cortar las cadenas de contagio”.

Otros dos puntos que también serán planteados: por un lado, la integrante de la FUM-TEP remarcó “la necesidad de flexibilizar el trabajo, el horario o que tengan virtualidad, los funcionarios que estén a cargo de hijos a nivel escolar”, debido a que “si son tres semanas sin concurrir, debería flexibilizarse al resto de los trabajadores, porque la situación de los padres es muy compleja”. Según Arbeleche, la complejidad radica fundamentalmente en que en menos de una semana los niños estarán en el hogar mientras los funcionarios tienen que trabajar y luego, además, tendrán que “trabajar con ellos para cumplir con las tareas que se les establece en la escuela”.

El último planteo se vincula con la alimentación, que aún no se anunció qué alternativa se establecerá ante el cierre de los comedores. Para el sindicato, al igual que se realizó en la pandemia, la medida necesaria es entregar tickets de alimentación y un depósito en las cuentas de las asignaciones familiares.

La postura de las Familias Organizadas

La FOEP se preguntó bajo “qué argumentos se justifica la medida propuesta de cierre de las escuelas” considerando que “no se implementaron otras medidas para la prevención o disminución de contagios”.

En ese contexto, para el colectivo la virtualidad “no es una alternativa que se pueda extender de forma generalizada y en tan corto tiempo” ya que “no hay garantías de acceso a internet, ni qué todas las ceibalitas estén en condiciones y de que toda la infancia cuente con el acompañamiento familiar adecuado que posibilite procesos de aprendizajes significativos”.

Por tanto, manifestaron que “las medidas sanitarias deben aplicarse a otros espacios y no solamente a las escuelas”, que “es necesario tener presente que los daños parapandémicos, producto de la disrupción educativa, no han sido atendidos y se perpetúan: rezago en los aprendizajes, desvinculación educativa, afección a la salud mental, entre otros”, que “la virtualidad, como medida alternativa, fracasó en su aplicación en las escuelas pública” y que “decretar un cierre con tan poca anticipación tiene consecuencias desfavorables en la organización de la vida cotidiana familiar”.

En ese marco, exhortaron a que tanto la academia como las sociedades científicas se pronuncien sobre la situación sanitaria actual “con recomendaciones sobre las medidas necesarias a tomar”. Por último, pidieron que el gobierno tome “medidas responsables, pensadas para el cuidado y beneficio de cada niño y niña de nuestro país, especialmente de las infancias en situación de vulnerabilidad”.