(Hoy es 24 de julio. Faltan 95 días para las elecciones nacionales)

Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.

Pocas noticias de impacto quedan al margen de las campañas en un año electoral, y era especialmente difícil que eso sucediera con el anuncio de que la empresa finlandesa UPM decidió instalar su segunda planta en Uruguay, con una inversión de 2.700 millones de dólares.

El oficialismo, como es lógico, amplificó cuanto pudo la valoración positiva del hecho, sobre todo en lo referido a la creación de puestos de trabajo y la dinamización de la actividad económica, sabedor de que esto puede incidir en las opiniones sobre la conveniencia de mantener al Frente Amplio (FA) en el gobierno nacional.

El nacionalista Luis Lacalle Pou y el colorado Ernesto Talvi saben que la decisión de UPM puede, en cierta medida, beneficiar electoralmente al FA, pero que no les vendrá nada mal si ganan las elecciones, y que en tal caso le podrían echar la culpa al actual gobierno si algo no sale bien. Ambos se limitaron a plantear objeciones a la negociación previa con la empresa, y adelantaron que si llegan al gobierno respetarán el hecho consumado de los acuerdos. Menos ducho en la actividad política, Guido Manini Ríos insistió en que, si gana las elecciones, revisará los términos de esos acuerdos, y consideró pertinente comunicárselo formalmente a UPM.

Otra noticia que beneficia al oficialismo, o por lo menos lo alivia un poco en un área sensible, es que en los últimos meses disminuyeron los homicidios y los hurtos. Las cifras oficiales se darán a conocer más adelante, pero el ministro Eduardo Bonomi consideró que un adelanto en la ciudad de Dolores era oportuno.

En el terreno de la campaña propiamente dicha, el candidato frenteamplista Daniel Martínez le propuso una alianza al sector Unión de Izquierda Republicana (Unir), que lidera el diputado Fernando Amado. La movida se realizó del modo más satisfactorio para Unir, como si se tratara de una negociación entre pares (Martínez visitó la sede del grupo, y se enfatizó que la propuesta no implica una incorporación al FA). Está planteada la posibilidad de que esto sea el primer paso para formar una coalición electoral más amplia que el FA, como lo fueron el Encuentro Progresista en 1994 o la Nueva Mayoría en 2004, pero por el momento no se avizora cuáles serían los demás socios.

En todo caso, los contrarios también juegan, y se dan cuenta de que una de las prioridades de Martínez es ganar la confianza de personas aún indecisas. Luego de que el candidato del FA planteara su intención de buscar acuerdos para definir futuras políticas de Estado, tanto Talvi como Lacalle Pou le respondieron con reparos distintos. El nacionalista sostuvo que eso “se va a complicar mucho”, debido a diferencias con el FA acerca de la situación en Venezuela y el manejo del gasto público. El colorado, más interesado en no mostrarse opuesto al diálogo, comentó que si bien “se pueden encontrar concordancias” con el oficialismo, su prioridad en materia de acuerdos es consolidar uno para que la actual oposición gobierne.

Hasta mañana.