Este martes, en un evento organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay (ADM), expusieron Eduardo Bottinelli, Mariana Pomiés y Rafael Porzecanski, caras visibles de tres consultoras del país: Factum, Cifra y Opción, respectivamente. El tema principal de la instancia fueron las elecciones internas del 30 de junio y los posibles desenlaces que pueden tener lugar en cada partido, y coincidieron en la dificultad que presenta prever ajustadamente una escenario electoral como este, donde el voto es voluntario.

“Tenemos dos factores que de alguna forma conspiran contra una alta participación; el primero es el frío, en dos sentidos: el frío que puede haber el 30 de junio y el frío que está teniendo esta campaña electoral”, analizó Botinelli. En esta línea, remarcó que está siendo una campaña que ha costado “prender” en la gente. Por otro lado, como segundo factor, el sociólogo posicionó la coincidencia de la instancia electoral con la Copa América y el comienzo de las vacaciones de invierno. “La agenda mediática en la última semana nos muestra que estamos un poco más pendientes de Luis Suárez que de quién gana una interna”, agregó.

Teniendo en cuenta esos factores, para Bottinelli la “coyuntura” lleva a que quienes participen sean las personas “más cercanas a los partidos y a la actividad política en términos generales”. Más allá de eso, señaló que, de acuerdo a los trabajos de Factum, se muestra que un 60% del electorado afirma que seguro va a votar, sin embargo, sólo 33% de ese electorado sabe cuándo son las elecciones.

Por su parte, Pomiés destacó que, según los trabajos de Cifra, 52% dice que va a votar en las internas, pero, a su vez, destacó que no se estima que “vote mucha más gente” que la que lo hizo en las últimas instancias. “Capaz que se distribuye distinto dentro de los partidos, pero la historia, la cercanía partidaria y los perfiles nos muestran que es difícil llegar incluso a un 50% del electorado participando en la elección interna”, detalló la politóloga.

Porzecanski, en tanto, coincidió en que puede haber una “sobredeclaración” del voto y agregó que eso es “un fenómeno mundial”. Según detalló, para las consultoras se trata de una dificultad que requiere hacer un “filtrado” o un “control” para la posterior presentación de las estimaciones. Como particularidad del caso uruguayo, el director de Opción destacó que esta sobredeclaración del voto “es particularmente relevante al interior del electorado del Frente Amplio (FA)”.

Porzecanski también puso énfasis en el fenómeno del “voto escondido”. Según explicó, en el caso de las internas, esto tiene que ver con el voto por los intereses departamentales. “Las listas a diputados se ordenan muchas veces a partir de las elecciones internas en los partidos fundacionales y esto lleva a que en algunos casos haya subestimación de precandidatos que se benefician de la atracción local o que son particularmente fuertes en departamentos”, apuntó el sociólogo.

Como ejemplo, el especialista se refirió a la relación del precandidato colorado Tabaré Viera con Rivera, departamento que dentro del partido representó 8% de los votos en la última elección. En el caso de Viera, también señaló la fortaleza que puede estar subrepresentada con relación a Salto, donde puede jugar un papel importante el apoyo del senador Germán Coutinho.

La interna del Frente Amplio

Bottinelli destacó que el FA presenta de cara a la interna un escenario de “estabilidad” si se tienen en cuenta las últimas mediciones. Agregó que se sostiene una distancia que se mantiene entre Yamandú Orsi y Carolina Cosse. Más allá de eso, puso foco nuevamente en la importancia no sólo de “cuánta gente va a votar”, sino de “qué perfil de personas son las que van a votar” en esta elección interna.

Pomiés coincidió con la descripción del escenario y puso foco en las anteriores internas frenteamplistas, subrayando que en 2019 votaron 255.000 personas en las internas y casi un millón en las nacionales, situación similar a la que se vivió en 2014. Teniendo en cuenta esto, por más que a priori el FA parece ser “participativo”, la politóloga destacó que a su entender “la interna no es una instancia que mueva” a su electorado. Más allá de eso, apuntó como particularidad que la actual elección interna será más “competitiva” que las anteriores, por lo cual se podría esperar una mejora en la votación total.

Haciendo foco en la implicancia que podría tener esto en la definición del candidato, la directora de Cifra apuntó que “el público más predispuesto a votar es el más militante”, donde tienen “más peso las estructuras y los partidos que apoyan a Cosse”. Partiendo de esta lectura, Pomiés aseguró que se puede pensar que cuanto menos gente vote en la interna del FA, “mejor le podría ir a Cosse y menos peso podría tener Orsi”, siempre sin romper el escenario de “estabilidad” que se ha mantenido en las recientes mediciones.

Porzecanski, por último, señaló que en la interna del FA identifica una instancia “competitiva” y “abierta”. En esta línea, aseguró que “no es lo mismo tener unos 15 puntos de ventaja en el rumbo a un balotaje que tenerlos rumbo a una interna” como en este caso, dada la “volatilidad del voto” en las instancias internas. “La mayor dificultad de la estimación de la interna frenteamplista es la estimación de su caudal electoral efectivo, que a su vez se ha correlacionado con la distribución de las preferencias”, puntualizó el sociólogo.

La interna del Partido Nacional

Para Bottinelli, en el Partido Nacional (PN) se ha dado la “consolidación” de un proceso que inició en el final de las últimas elecciones y que se caracteriza por la “hegemonía” de la figura del presidente, Luis Lacalle Pou, y sus sectores dentro de la fuerza política. Indicó que en este proceso también jugó un papel importante el fallecimiento de Jorge Larrañaga y la división del que era su sector, Alianza Nacional. Por todo esto, para el director de Factum la interna nacionalista no es “competitiva” y lo único que genera “incertidumbre” son las distancias internas.

Pomiés conincidió en que hay “un dominio importante de la intención de voto de Delgado en todo el electorado nacionalista”, aunque detalló que se da un leve crecimiento de Laura Raffo en el público “más militante”. A su entender, en un escenario donde menos gente vote en la interna nacionalista, más alto podrá ser el peso de la candidata herrerista, aunque “probablemente no gane”, destacó Pomiés. También agregó que el resultado final tendrá otras implicancias como, por ejemplo, en las convenciones departamentales donde se definirán los futuros candidatos a intendentes.

“El escenario no es competitivo” y se trata de un resultado “virtualmente resuelto”, señaló en función de los datos Porzecanski. “Por el peso de la estructura, por el apoyo de 13 de los 15 intendentes, por la fuerza sectorial, por el posicionamiento de ambos, es altísimamente probable que Delgado sea el candidato presidencial, abriéndose la gran interrogante sobre la composición de la fórmula y la distancia final”, agregó.

La interna del Partido Colorado

“Hemos optado por no publicar los resultados por una cuestión estrictamente técnica; el margen de error, si nosotros queremos estudiar el electorado del Partido Colorado (PC), es del entorno del 10% y, por lo tanto, las distancias que hay entre las candidaturas están dentro del margen de error”, marcó en primera instancia el director de Factum. Para Bottinelli, sin embargo, “sí parece bastante claro que Andrés Ojeda se ha consolidado en un primer lugar y que el segundo lugar está en un empate virtual entre [Gabriel] Gurméndez, Robert Silva y Tabaré Viera”, detalló.

Pensando en el desenlace de la instancia electoral, el sociólogo recordó que Ojeda se ha posicionado de cara al “voto de opinión”, dando a entender que no va a “contar con estructuras”. Bottinelli apuntó que, en oposición, las otras precandidaturas tienen “estructuras más tradicionales”, lo que hace que Ojeda se ubique en un escenario similar al que atravesó Ernesto Talvi en las pasadas elecciones internas. “La incertidumbre más grande que hay en la interna del PC tiene que ver con cuánto pesa la estructura tradicional y los enclaves desde el punto de vista geográfico, y cuánto pesa el voto de opinión”, reflexionó el director de Factum.

“Ojeda es el líder y los otros tres, si miramos el margen de error, vienen como en el pelotón”, marcó de igual manera Pomiés. La consultora planteó que la dificultad para prever el resultado final de esta interna está en la poca intención de voto del partido y en el hecho de que el electorado esté concentrado en “algunos departamentos”. En este sentido, la directora de Cifra apuntó a que, aunque Ojeda se visualiza como líder, el electorado que capta es el “menos votador” o el “menos fiel”, ya que se trata de un público que no “responde” a las estructuras. Esta situación, según la politóloga, puede dar lugar a una “gran sorpresa”.

Porzecanski detalló que desde las estimaciones de Opción se ubica en el primer lugar a Ojeda y en el segundo lugar a Silva. Más allá de eso, subrayó que hay que ser “muy cautelosos” dado el tamaño de la submuestra y el fenómeno del voto “volátil” propio de la interna. El director de Opción adelantó como claves para la definición “el voto estructural”, como es en el caso de Viera, y “la activación del voto” que pueda tener Ojeda, el precandidato con votantes “un poco menos interesados en política”.