Este miércoles, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, compareció ante la Comisión de Salud Pública del Senado y, además de acercarles a los legisladores el primer informe de los interventores sobre la situación de la mutualista Casmu, también lamentó lo sucedido el viernes 25 de octubre, cuando Milagros, una mujer de 30 años que fue abusada cuando tenía 15 por cinco varones y que buscaba reabrir la causa, se suicidó en el baño de una sala de emergencia del Casmu, después de esperar por atención psiquiátrica y no obtenerla.

Según consta en la versión taquigráfica de la comisión, a la que tuvo acceso la diaria, Rando señaló que aunque no lo pueden determinar, el hecho “muy lamentable” puede haberse dado por “una falta de asistencia en la emergencia”. En ese sentido, informó que el Ministerio de Salud Pública (MSP) está cursando una investigación administrativa “para aclarar cómo fue esa situación y estar al tanto de lo que está sucediendo”.

Aclaró que “hasta el momento se han realizado inspecciones e informes desde el punto de vista administrativo y asistencial”. Según supo la diaria con fuentes del MSP, la investigación se inició para conocer si se cumplió con los protocolos de asistencia correspondientes.

El martes 29 de octubre, el programa de Radio Carve Así nos va informó que una paciente había acudido a la emergencia del Casmu para concretar una cita con un psiquiatra, se registró en la emergencia, esperó un rato y, al no obtener respuesta, se suicidó en el baño de la mutualista.

la diaria había informado, con fuentes cercanas a Milagros, que hace tres meses esta había comenzado a consultar a conocidos, amigos y organizaciones feministas en busca de asesoramiento legal para obtener justicia por el caso de violación que sufrió cuando era adolescente por parte de cinco varones.

Diez años después de lo sucedido, en 2020, decidió radicar una denuncia penal, y el expediente fue trasladado a Maldonado, donde se produjo el hecho, específicamente en Punta del Este. Sin embargo, el caso se cerró en 2022 porque el delito prescribió para cuatro de los cinco, ya que eran menores de edad al momento de cometerlo. No obstante, para uno de ellos no aplica la prescripción porque era mayor de edad en 2010: tenía 18 años.

Las fuentes allegadas a Milagros dijeron que a principios de agosto ella había manifestado intenciones de reabrir el caso, después de haber “hecho muchos años de terapia”, y que “necesitaba algún tipo de justicia para estar en paz”.

Por otro lado, Milagros había ido tres veces a pedir ayuda al Casmu desde el miércoles 23 de octubre –dos días antes de quitarse la vida–, pero no había psiquiatra que la atendiera y se tuvo que ir. Asimismo, las mismas fuentes indicaron que se le había diagnosticado una “depresión severa” y tenía “ideas de muerte”.