Belén Aquino y Micaela Domínguez provocan admiración, al tiempo que infunden miedo en sus rivales: miedo deportivo. Son dos de las mejores futbolistas en cuanto a visión de juego. La primera juega en Colón y la segunda en Liverpool. La voracidad por el gol de la pequeña Belén y la técnica depurada de Micaela llaman la atención. Eran candidatas cantadas a estar en el núcleo de 21 jugadoras que nos representarán a partir del 13 de noviembre en el Mundial sub 17, y allí están.

La duraznense creció jugando al fútbol desde pequeña, apoyada por su padre, Alfonso Domínguez, actual entrenador en sus pagos, ex futbolista profesional en Peñarol, Nacional y la selección uruguaya. En el equipo de la Liga Duraznense de Fútbol Infantil jugó varios años en los torneos del Departamento de Niñas de la Organización Nacional de Fútbol Infantil (ONFI). Allí formó un triángulo devastador junto con dos de sus compañeras en Liverpool. Una es la volante Karol Bermúdez, también titular en la selección sub 17; la otra es la golera Josefina Villanueva. Mica puede desempeñarse en cualquier puesto de la banda izquierda, pero rinde a pleno en el mediojuego ofensivo, posición en la que seguramente será una figura clave del andamiaje del seleccionado celeste.

Mientras que Micaela jugó en un solo club cuando era niña, Belén anduvo saltando de un equipo a otro. Jugó con varones y en equipos de niñas. “Arranqué a los cuatro años en Belo Horizonte. Luego me vieron de Colón y fui allí a jugar con niñas. Después dejé de ir a Colón porque estar en dos clubes era mucho, y seguí jugando con varones. Y después de todo eso me fui a jugar en Independiente Lezica, donde estuve hasta los 12. Cuando iba a cumplir los 13 volví a Colón, donde he jugado en todas las categorías”, cuenta.

¿Vieron algo de los seleccionados rivales?

Belén Aquino (BA): –No vimos ningún video, salvo algo de Ghana, ya que tienen cinco jugadoras sub 17 que jugaron el Mundial sub 20. De Nueva Zelanda y Finlandia sabemos muy poco, pero las veremos cuando jueguen entre ellas el día del debut, ya que se enfrentarán el martes 13, tres horas antes que nosotras, en el Charrúa.

¿Japón fue el equipo más exigente que enfrentaron?

Micaela Domínguez (MD): –Contra la sub 19 de Peñarol y frente a Japón fue cuando nos esforzamos más. En ambos casos las rivales fueron más dinámicas. Nos habían tomado por sorpresa en el primer amistoso en Colonia. Luego, en Maldonado, nos ordenamos muy bien, supimos cortar los circuitos de fútbol que tenían y les ganamos.

BA: –Sí, contra Japón fue lo más exigente. Mejoramos muchísimo lo que habíamos hecho en Colonia, fue más parejo, llegamos con prolijidad y fuimos superiores en varios pasajes del partido.

La selección sub 17 corre todo el partido, ejerce mucha presión sobre los rivales en la salida. ¿Lo ven así?

BA: –Al principio, una se ahoga y se siente cansada; cuando supera el ahogo es otra cosa. Sabemos que en un Mundial y hay que correr los 90 minutos. El trabajo físico que se hace en la semana es muy importante. No se trata solamente de agarrar la pelota y meterla en el arco rival: se necesitan muchas cosas para rendir bien dentro de un campo de juego.

Generalmente en un grupo hay mucha competencia. ¿Cómo llevan el hecho de que el director técnico plantee distintas alternativas, en las que no son siempre las mismas 11 jugadoras las que juegan, y alguna compañera puede quedar afuera? ¿Se ha llegado a un entendimiento entre ustedes?

MD: –Hace tiempo que estamos juntas, somos un equipo. Nos conocemos desde hace mucho, ya sea jugando en contra o integrando un mismo plantel. Nos tenemos confianza. Sabemos que tenemos que estar muy unidas si queremos hacer un excelente papel en el Mundial.

Llama la atención lo bien que te entendés con la lateral izquierda Antonella Ferradans.

MD: –Porque hace tiempo que jugamos juntas. Hacemos muy bien los relevos. Cuando ella se suelta hacia adelante yo me quedo para cubrirla, y viceversa. Tratamos de ser polifuncionales.

Tu papá fue uno de los mejores laterales que tuvo el fútbol uruguayo. ¿Cómo te influyó eso?

MD: –Mi padre ha sido muy importante para mí. Me hizo jugar en varias posiciones (de zaguera, de lateral izquierda, de volante) y me hizo practicar desde chica, y eso realmente me ayudó. Lo tuve en el fútbol infantil como orientador técnico.

El padre de Belén también es director técnico...

BA: –Y eso es complicado, porque a veces sentimos mucha presión. Una tiene que saber diferenciar las cosas. No es lo mismo cuando mi padre está en la tribuna que cuando me dirige. Me habla de otra forma.

Quedan pocos días para el inicio del Mundial femenino sub 17. ¿Tienen algún mensaje para la gente?

BA: –Que hagan un esfuerzo, estén presentes y nos apoyen.

MD: –Los esperamos el 13 cuando debutemos con Ghana. No los vamos a defraudar.