De lo inesperado a la sorpresa, de entrar por la puerta chica a lograr cosas grandes. Al Ain, equipo de Emiratos Árabes Unidos que juega el Mundial de Clubes no por salir campeón de ningún continente sino por ser del país organizador, le ganó al campeón de la Copa Libertadores de América y avanzó a la final del torneo.

Lo inesperado apareció rápido: a los 3 el sueco Marcus Berg peinó la pelota tras un centro y puso el 1-0 para los árabes. River demoró poco en dar vuelta el partido. A los 16 ganaba 2-1 gracias a dos goles de Rafael Santos Borré, siempre oportuno. Pero en el segundo tiempo, luego de una falta pitada con el apoyo del VAR, Al Ain empató de penal. Lo pudo ganar River, pero Gonzalo Pity Martínez dio un penal en el travesaño cuando transcurría la mitad del segundo tiempo. En el alargue, si bien los argentinos se tiraron arriba y tuvieron varias chances, la definición no fue su virtud. En los penales todo fue efectividad. Hasta el último: Khalid Essa hizo inmortal su tarde atajándole a Enzo Pérez el último de los cinco tiros.

La tan renombrada final del mundo entre River y Real Madrid ya no va a poder ser. Primero, porque River no está, lógicamente. Y segundo, a la luz de lo que pasa adentro del mundo del fútbol, porque los madrileños tendrán que ganarse su lugar ante el Kashima japonés. El partido arrancará a las 13.30 de nuestros relojes (va por Fox Sports).

Los merengues están en las semifinales por “contrato”. Ya se sabe de antemano que europeos y sudamericanos tienen esa deferencia por parte de la organización. Los nipones, por su parte, llegaron a esta instancia tras ganarle al Chivas mexicano 3-2 con mérito extra: dieron vuelta el partido. Empezaron ganando los mexicanos con gol de Ángel Zaldívar a los 3 de partidos, pero en el segundo tiempo cayeron los tres goles japoneses: a los 49 el de Ryota Nagaki, a los 69 Serginho la embocó de penal y a los 84 Hiroki Abe; en los descuentos descontó Leonardo con gol en contra. Ese resultado demuestra una cosa más: son buenos y juegan bien. Si uno mira las plantillas no hay dudas de que Kashima es inferior al Madrid (que tiene a Federico Valverde en su plantel). Pero es fútbol.

También ayer se resolvió el quinto puesto. Fue para el Esperance de Túnez, que le ganó a Chivas de México 6-5 en definición por penales luego de empatar 1-1 en los 90 minutos. Mucho mérito para los tunecinos, que terminaron aguantando el resultado con dos jugadores menos producto de sendas expulsiones.

Fue el partido de los penales. Por la definición, obviamente, pero también porque Los goles del partido fueron desde la pena máxima. Cuando transcurrían los primeros minutos de juego el mexicano Ángel Zaldívar cayó en el área. El árbitro decidió apoyarse en el VAR. Ahí despejó las dudas sobre la falta y marcó penal. Fue el 1-0 de Gael Sandoval. Luego, también en el primer tiempo, a los 37, la polémica y el penal cambió de lado. Fue mano mexicana tras un córner. Youcef Belaili puso el definitivo 1-1. En la tanda de definición, tras varios errados, los tunecinos encontraron la victoria.