Pese a su sostenido crecimiento organizacional y deportivo, el fútbol femenino aún es una rareza para buena parte de los uruguayos. La ajenidad se refleja en aspectos tan diversos como el rezago económico y el lenguaje. Es difícil encontrar recursos genuinos o independientes del mercado masculino que financien la competencia. Y es difícil que la gente se acostumbre a hablar de goleras o zagueras. Pero los chiquilines y las chiquilinas de la nueva transmisión de fútbol de Radio Cristal, de Las Piedras, vienen con ese chip incorporado y sueñan con contar victorias hazañosas y finales épicos cambiando el sujeto. Algo así: “Avanza la veloz puntera uruguaya, entra, va a tirar, tira... ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol uruguayo!”. (1)

“Desde el momento en que me dijeron [que querían que fuera el relator de la transmisión] lo tengo en la cabeza”, dice Iván Buela. Apenas veinteañero y con pasado reciente en Radio Fénix, el narrador sabe que será difícil no decir “golero”, “zaguero” o “puntero”. El cambio discursivo no depende más que de nuestra voluntad y, aun así, a algunos el cerebro parece pedirnos una fracción de segundo extra para elegir las palabras correctas. Como pasó con Iván desde que empezó a seguir por las canchas al Racing de sus amores, la mayoría crecimos viendo fútbol de varones. Por eso el relator de la transmisión naciente se repetirá hasta el cansancio que ahora el género es otro, antes de llegar al estadio Eduardo Martínez Monegal de Canelones mañana temprano. Desde las 10.00 será la voz del partido que jugarán Canelones y Miramar Misiones por la quinta fecha del Torneo Apertura. La previa arrancará una hora antes e intentará ganarles a los nervios. Es que cuando suene la presentación y empiece a correr la cortina elegida, habrá comenzado la primera transmisión radial regular en los 22 años de historia del fútbol de mujeres de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).

El comentario también será joven, pero femenino. Fiorella Posse tiene 26 años y honra su raíz: “Nace por mi familia, por parte de mi abuelo, que es hincha de toda la vida de Liverpool”. Tan futbolera y negriazul como su madre y su tía, se recuerda mil veces cumpliendo con el ritual de visitar Belvedere con las dos y sin complejos. Más adelante empezaría a leer y a intercambiar ideas con amigas, hasta descubrir que aquella actitud “tenía mucho” de un feminismo incorporado en los hechos y desconocido a temprana edad. La vocación periodística modificó la rutina. Con el tiempo le tocaría ir a la misma cancha, pero para trabajar en el departamento de prensa de su cuadro. Tuvo que empezar a lidiar con un machismo estructural y siempre dispuesto a subestimar y señalar: “Estás trabajando, que es lo que no entienden”, dice. “Les ganás con actitud”, remata brevemente, a ritmo de transmisión.

Fiorella es una de las varias mujeres de un equipo periodístico paritario, lo que también se expresará en las tareas de estudios centrales y vestuarios. La apuesta por “igualdad de género e inclusión” es el diferencial al que apuntó Nicolás Herrera, gerente de la radio desde hace un mes, cuando pensó en la transmisión que en cuestión de horas ya estará al aire. Un paso osado, si se tiene en cuenta el perfil históricamente tradicional de una emisora siempre ligada al deporte: Cristal ha transmitido fútbol, ciclismo, turf y automovilismo. Ostenta el particular estatus de ser la única onda de amplitud modulada no montevideana que tiene en cuenta las mediciones de audiencia del área metropolitana. Se sintoniza en los 1470 kilohertz del dial, pegadita a Radio América, la última de las capitalinas. Y cruza el arroyo Las Piedras como por el puente de César Mayo Gutiérrez: “[Llega] perfectamente a Montevideo, salvo a la cuchilla de [la avenida] 18 de Julio”. Para muchos, un detalle subsanable en tiempos de internet.

Las características del espacio que salió del aire para hacer posible el nuevo ciclo vuelven aun más osada la apuesta por el fútbol femenino. La dirección de la radio optó por interrumpir una transmisión que seguía la campaña de Juventud, nada menos que el cuadro profesional pedrense en la rama masculina de la AUF. “Todavía no tenemos muy claro qué va a pasar con la gente. Hemos tenido muchos mensajes en el programa y buenos augurios, sobre todo”, comenta Iván, el relator, con una nota de optimismo. Herrera agrega la variable comercial: afirma que en el ciclo anterior “los resultados desde el punto de vista económico no eran significativos”, y admite sin estresarse que por ahora “las concreciones [publicitarias] son pocas”. Fiorella, la comentarista, parece dar en el clavo y se refiere a “todo lo que significa para ellas”, las jugadoras de fútbol, la atención mediática. Entonces recuerda que el equipo periodístico de las transmisiones también sostiene un programa que se emite de lunes a viernes de 18.00 a 20.00, que en buena medida se orienta al fútbol femenino. Y cuenta cómo, hace bien poco, una jugadora les agradeció una nota con la alegría de los que casi nunca tienen micrófono. Hay un mundo por explorar: sólo en la Divisional A, diez clubes con más de 20 futbolistas por plantel. Y familias, hinchas dirigentes y dirigentas para los que recién ahora prender la radio será un ritual. “Este año, la participación ha sido la máxima registrada en la AUF. Son alrededor de 1.000 jugadoras en actividad en los campeonatos directamente organizados”, le dijo hace un mes a la diaria la presidenta del Consejo de Fútbol Femenino, Valentina Prego. Ella también computó a los diez clubes que juegan en la B y a los 23 que presentan planteles juveniles, sea en sub 16, sub 19 o ambas categorías. La tendencia es ascendente.

Como a Prego, a la transmisión de Radio Cristal también le compete el Mundial femenino sub 17 que a fin de año se jugará en Uruguay. La dirigenta integra el comité organizador de una competencia que el novel equipo transmitirá y que el relator ya vive: “Como radio de fútbol femenino queremos que sea como para cualquier radio de fútbol masculino que va a transmitir el Mundial de Rusia o que va a seguir a la selección en cualquier Mundial juvenil”, dice. Herrera agrega que también aspiran a cubrir la Copa Libertadores de mujeres, lo que permitiría abarcar las principales competencias del año. De ser viable, sería una plataforma de despegue interesante para una posibilidad periodística hasta ahora inexplorada. Su vuelo dependerá de variables bien diversas. Seguramente pesarán las oportunidades de que se dé una sociedad en plena discusión, en la que la creciente incorporación de la perspectiva de género convive con el dolor repetido de los feminicidios. En el plano estrictamente futbolero, el futuro desarrollo de la actividad también puede ser determinante para este u otros proyectos similares. Por ahora, el crecimiento sostenido de los fichajes y de la capacidad de competencia empujan una razonable expectativa y les dan lugar a emprendimientos inéditos que hacen posible que haya relatores soñando con decir: “Quedate tranquilo, Obdulio, las muchachas no te van a dejar cambiar la historia”. (2)

(1) Intervención sobre el relato de Carlos Solé del gol de Alcides Ghiggia en la victoria de Uruguay ante Brasil por la Copa del Mundo de 1950.

(2) Intervención sobre el relato de Víctor Hugo Morales del gol de Waldemar Victorino en la victoria de Uruguay ante Brasil por la Copa de Oro de 1980-1981.