En apenas unos días el equipo debutante en la categoría se llevó por delante a dos pesos pesados: Peñarol y Defensor Sporting. No solo ganó, sino que jugó un muy buen partido y su estilo se hace muy vistoso. Ahora está primero en el grupo B del Intermedio, con la chance intacta de ganarlo para ir por la final. Pablo Marini logró con tiempo practicar un gran fútbol, algo muy atípico para un equipo que se enfrenta por primera vez a las grandes ligas. La naturalidad y jerarquía que presenta el equipo en la cancha, con un toqueteo divino, es lo más valedero de esta campaña. Convicción.

Torque sabe, y lo muestra. Toca, abre la cancha y es un equipo que realiza rápidas transiciones de defensa a ataque que lo hacen ser muy peligroso. Complicó, y mucho, a Defensor Sporting en el primer tiempo en San José, y en el complemento no lo dejó ni pensar. La velocidad y potencia de Valentín Castellanos, que se paró solo como referencia de área, fue bravísima de contener para los violetas. El equipo del argentino Marini, que se paró con un 4-2-3-1, dominó las acciones de juego y llegó con mucho riesgo al arco de Gastón Rodríguez, que se plantó firme. La más clara en el primero la tuvo Santiago Scotto, con un precioso remate, tras un rebote, que dio en el palo.

En el complemento se veía venir el gol. Torque estaba muy bien parado, llegaba en bloque y complicaba mucho en velocidad. En una preciosa jugada coordinada, que se inició por derecha con Darío Pereira, la llevó Leonardo Pais y tiró el centro. En el área había mayoría de atacantes y, si bien falló Scotto, apareció solo Gonzalo Sena, que la empujó para el merecido gol. Después todo fue en favor, porque en apenas dos minutos Defensor recibió dos tarjetas rojas –Ernesto Goñi y Martín Rabuñal–, que le complicaron completamente el partido. Eso Torque lo aprovechó, aunque debió convertir un segundo gol para estar tranquilo y poder cerrar el partido.