Un gol en cada tiempo le dieron la victoria a Defensor Sporting. Primero fue el de Matías Santos, a los 42 de la primera parte; luego, a poco más de diez minutos de iniciado el complemento, la mandó guardar Álvaro Navarro. 2-0 y un triunfo que le importa a la viola por donde la mire: quedó tercero junto a Wanderers en el Torneo Clausura y alcanzó la cuarta colocación en la Tabla Anual. Para Nacional significó su primera derrota en mucho tiempo –tenía 22 partidos invictos– y además perdió la punta del Clausura a manos de Peñarol.

El punto de inflexión fue casi con el comienzo del partido. Brian Ocampo fue expulsado a los cuatro minutos, luego de darle dos puntapiés a Mathías Suárez. Los árbitros interpretaron intencionalidad y fue roja directa. Cambió el dibujo, cambió la táctica, cambiaron los papeles protagónicos.

Con uno más, Defensor se paró más arriba. La zona neurálgica del mediocampo empezó a funcionar desde la creación entre Martín Rabuñal y Mathías Cardacio, más Matías Santos suelto, como jugando con la camiseta de Matías Cabrera. Así y todo, Nacional se paró bien. Y no sólo eso, sino que generó sus chances para abrir el marcador mucho antes de que lo hiciera el violeta. Si Gonzalo Bergessio fuera el goleador efectivo del torneo pasado, el 1-0 podría haber sido tricolor.

Ley de Murphy: goles errados son goles en contra. Nacional perdonó; el Mago Santos, no. Encontró la pelota suelta al borde del área grande y de volea, cuando después del tiro pegó contra el césped, fue gol.

Fueron dos y pudieron ser tres. En el segundo tiempo Defensor aprovechó el desgaste tricolor y fue efectivo rápidamente. A los 56 minutos la perdió Christian Oliva –raro pero cierto–, se la llevaron entre Joaquín Piquerez y Martín Correa, este habilitó a Navarro y el goleador, que se sacó la mufa la fecha pasada, concretó el 2-0.

Quedaba mucho tiempo, poco más de media hora, pero el trámite no cambió –salvo por los nombres que ingresaron–. Hubo un tercer gol violeta que fue bien anulado por los árbitros.