Hace una semana se tomó la decisión. En asamblea, los clubes de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) votaron (9-8) recurrir en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) la decisión de intervención por parte de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). Por paradójico que suene, esa votación aseguró la intervención, porque de haberse tomado otra decisión, que era aprobar el nuevo estatuto, la palabra empeñada de FIFA era no intervenir. Como sea, fue producto del ejercicio de la democracia de los clubes.

La AUF se intervino. Las tres personas elegidas ya se pusieron a trabajar en diferentes temas. A su vez, los clubes continúan su accionar. Los nueve que votaron ir al TAS –Liverpool, Defensor Sporting, Danubio, River Plate, Progreso, Cerro, Racing, Wanderers y Boston River– más Fénix se reunieron ayer en el World Trade Center con el abogado contratado para la ocasión, el brasileño Eduardo Carlezzo.

“Aplaudir lo que hacen los clubes uruguayos. No recuerdo en los últimos años clubes que buscaran frente a la FIFA confrontar una ilegalidad”, fueron las primeras declaraciones de Carlezzo tras la reunión. Además, dijo que lo que hacen las instituciones es “defender un derecho que tienen de llevar adelante un proceso electoral de acuerdo a sus reglas y autonomía”.

El abogado fue más lejos. Sostuvo que tanto la Conmebol como la FIFA se equivocaron. Así, tal cual, fueron sus palabras. Dijo también que la medida le pareció “drástica”, porque “los fundamentos no son suficientes para realizar una intervención. Pasó en varias asociaciones, pero cuando había casos de corrupción o cuando había una interferencia estatal; sin embargo, acá hay un desacuerdo político y esto es propio de la democracia, se tiene que respetar la democracia y este proceso electoral”.

Cuéntalo dos veces antes de marcharte

Carlezzo y los clubes prepararon medidas y le piensan dar vuelo la semana que viene. Primero, según el abogado, van a presentar “una carta inicial de apelación al TAS con los primeros fundamentos y diez días después enviaremos todas las razones y argumentos legales”, indicó Carlezzo, y aseguró que lo que van a hacer es una petición de nulidad de la intervención. “Una vez que sea anulada la intervención y la actuación de la comisión reguladora todo volvería a lo que ocurría antes. El proceso electoral se va a retomar de acuerdo a las reglas vigentes y los clubes elegirán un nuevo presidente”.

Todo puede ser. Lo que sí es una barrera es el tiempo. Según lo explicado ayer, de solicitar un proceso acelerado, recién en octubre se tendría la resolución del TAS. En el medio, la Comisión Regularizadora continuará con su trabajo. Si la decisión del TAS revé la intervención de la FIFA, entonces dicha comisión quedará sin efecto, volverán las viejas autoridades –ni Wilmar Valdez ni Edgar Welker, quienes renunciaron, pero sí Alejandro Balbi, Roberto Pastoriza e Ignacio Alonso– para, nuevamente, proponer una nueva fecha de asamblea eleccionaria. De no ser así, si el TAS ratifica la intervención de la FIFA, entonces la Comisión Regularizadora llevará adelante sus tareas: instalar el estatuto nuevo, revisar contratos y convenios, buscarle la vuelta para que, en un lejano febrero de 2019, se marque una elección por la que se elija un nuevo Consejo Ejecutivo. Hay para rato.