La muerte de Agustín Martínez –el juvenil de Fray Marcos que había llegado unos meses atrás a Boston River–, disparada por un episodio cardíaco mientras jugaba un partido de juveniles, no sólo fue un enorme impacto emocional en todos los estamentos del fútbol, sino que además aceleró y puso en foco algunas situaciones que deben ser rápidamente atendidas o corregidas.

Desde hace tiempo la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales (MUFP) venía poniendo atención, preocupación y acción en torno a los controles cardíacos de los futbolistas, demandando atención a quienes rigen la competencia profesional.

La reunión entre la MUFP y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), fijada hace algunas semanas con el doctor Edgardo Barbosa, cardiólogo deportivo miembro del equipo de sanidad de la AUF, tiene como puntos centrales organizar y facilitar a los clubes la realización de los controles cardíacos. Según confirmaron fuentes a Garra, la reunión se llevará a cabo hoy a las 17.30.

Antes de la muerte de Agustín Martínez, la MUFP buscaba articular soluciones para los temas relacionados con la salud durante la práctica del fútbol institucionalizado, en particular la realización de controles cardíacos en el fútbol profesional.

Ahora se impone establecer un protocolo preciso, además de establecer responsables de acción si se genera una emergencia médica.

El mayor desarrollo, palpable y real para atacar los problemas cardíacos en el fútbol forma parte de Gol al Futuro, que aplica el programa Prevención de Muerte Súbita a futbolistas de séptima, sexta, quinta y cuarta división. La Mutual espera que, además, quede establecido para aquellos que juegan en la primera categoría.

Eso, justamente, es lo que hay que convenir y ejecutar en la AUF, pero también, por añadidura y por la enorme cantidad de practicantes, con la Organización de Fútbol del Interior.