Liverpool recibió a Caracas en el estadio Luis Franzini, por el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa Sudamericana y ganó 1-0 con un golazo de Maxi Bajter a los 90 minutos de juego. El equipo de Paulo Pezzolano, que eliminó a Bahía en primera fase, volvió a enfrentarse a un equipo muy duro como el Caracas, un grande Venezuela, y así lo demostró su gente en el Parque Rodó, que copó la tribuna Alfredo Ghierra. El club de la capital venezolana tiene mucha gente en su país y también muchísima en Uruguay producto de la fuerte inmigración que genera un panorama de diversificación en la cultura, en la sociedad y claro, en el fútbol. Otra vez, Liverpool se plantó y pisó fuerte a nivel internacional.

Pezzolano planteó un equipo con tres defensores, cuatro volantes, dos jugadores más adelantados y un delantero, Maureen Franco. Cuando atacaba defendía con esa línea de tres conformada por Franco Romero, Gonzalo Maulella y Steve Makuka, pero a la hora de replegarse, porque Caracas obligaba a hacerlo (juega bien y tiene futbolistas de la selección), se paraba con cinco jugadores atrás.

Jorge Bava metió el primer manotazo de la noche a los 34 minutos, muy atento, ante una jugada muy peligrosa de Caracas que casi termina en gol. Ya en el segundo tiempo Federico Martínez, que fue de las buenas figuras de Liverpool, tuvo la más clara para su equipo con un remate muy potente que se metía, era un golazo, pero pegó en el travesaño, bajó y picó en la línea del arco. Fue una gran jugada del 7, que recibió un pelotazo, la bajó de pecho, enganchó con su zurda y le pegó de derecha. Pasando los 80 minutos tuvo una chance inmejorable el mercedario Juan Ignacio Ramírez, pero la pelota se fue apenas ancha. Fue buena para los negros. Y se vendría lo mejor. Un centro preciso, potente, un tele dirigido de Franco Romero a la cabeza de Maximiliano Bajter, que puso un testazo tremendo y la pudrió en el ángulo superior izquierdo del bueno de Alain Baroja. Golazo de Liverpool, delirio en el Parque Rodó y en todo Belvedere. Enorme victoria de los de la cuchilla. La llave está preciosa y se definirá la semana que viene en Venezuela, en el estadio Olímpico de Caracas a las 17.00. Ganó Liverpool, se puede.