Nacional se entusiasma. Si bien está lejos de la punta en el Torneo Apertura, el fin de semana ganó y escaló posiciones, dos datos no menores teniendo en cuenta que el domingo jugará el clásico con Peñarol y tiene la chance de descontar puntos directamente. Además, ganar y golear siempre sirve para reforzar la moral. En el medio del campeonato local el tricolor mañana atenderá el otro frente: la Copa Libertadores de América. Con la clasificación a la segunda fase ya obtenida, los de Álvaro Gutiérrez mañana recibirán a Cerro Porteño. Si el bolso les gana a los paraguayos obtendrá el primer lugar del grupo E; si empata o pierde, será Cerro Porteño el primero.

El sábado Nacional puso a los frecuentes titulares para enfrentar a Progreso, por lo que es probable que con Cerro Porteño ensaye variantes. Algo de eso dejó entrever en la conferencia de prensa posterior al encuentro: “Viene una seguidilla de partidos, Cerro Porteño y el clásico. Vamos a tener gente recuperada y, a partir de hoy, tetenemos que pensar en Cerro Porteño y en el clásico. Si bien es importante tener un buen resultado con Cerro Porteño, ya estamos clasificados. Nada asegura que siendo primeros vamos a tener rivales más fáciles: todos los que se clasificaron son buenos”.

Gustó y goleó

El tricolor venció 4-0 a Progreso y retomó la senda de la victoria en el Apertura. Fue la noche de Kevin Ramírez, que metió tres goles y jugó muy bien. El cuarto fue de Santiago Rodríguez, otro de buen partido. Nacional fue efectivo y eso le rindió. Progreso siempre quiso, pero no pudo.

Fue un juego de errores y costos altos: al minuto y medio, Nicola Pérez controló mal una pelota afuera del área, Ramírez lo presionó y se la robó para irse solo al arco. Tocó de zurda y puso el 1-0 cuando la noche tenía más frío y lluvia que esquemas tácticos. Como si ese gol no fuera suficiente para romper lo (probablemente) establecido, antes del cuarto de hora cayó el segundo gol tricolor, otra vez de Ramírez. Y ahí, por más que siempre sea necesario darle tiempo al tiempo, los de Gutiérrez abrieron una brecha que hizo pensar que el partido era un pleito liquidado. Mucho más con el 3-0 antes de los 25 minutos.

Para observar de lo visto: Kevin Ramírez aprovechó su chance mejor que nunca. En poco rato el delantero la metió dos veces, en el segundo tiempo la volvió a mandar adentro y, además, estuvo activo en todas las jugadas ofensivas del tricolor, ya sea para picar en velocidad (especialidad de la casa) o para jugar de pivot y asistir a sus compañeros. Todo muy necesario para él, porque ha jugado poco, tal vez por razones obvias: Gonzalo Bergessio y Octavio Rivero no paran de tener buenos rendimientos cada vez que están en la cancha.