A las 20.30 en el Antel Arena, Aguada y Malvín se verán las caras por quinta vez en las finales de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB). La serie tiene 3-1 arriba a los dirigidos por Miguel Volcan. La cuenta es simple: si gana Aguada se consagrará campeón de la temporada 2018-2019; muy por el contrario, la situación de Malvín es a la inversa: debe llevarse el punto para seguir con chances.

El gran aliado aguatero para las finales ha sido el factor defensivo. Con Federico Pereiras como insignia, ya sea cuando le toca minimizar a Nicolás Mazzarino o cuando lo mandan a la guerra con alguno de los extranjeros, hasta la intensidad en cargar los rebotes. Ahí domina y gana Aguada, más allá que en ofensiva también sabe cómo resolver los partidos.

La situación de Malvín es de las más incómodas que pueden existir en unas finales. Debe levantar tres match points seguidos. Es el único camino que tiene para revalidar el título obtenido el año pasado. El primer punto que debe superar es el anímico tras la derrota en el cuarto juego, que dominó con holgura en el primer tiempo y que no supo mantener en el segundo. Además, deberá ajustar y mucho las defensas sobre los extranjeros Zach Graham, Andrew Feeley y Al Thornton, quienes parecen turnarse para quemar las redes.