Si a cualquier hincha tricolor le decían que en 35´ su equipo le iba a convertir tres goles a uno de los mejores equipos de América, no iba a entender nada. Es que cuesta un poco comprender cómo Nacional jugó tan bien el primer tiempo con pocos días de entrenamiento y con algunos jugadores que estaban debutando. Munúa fue vivo, potenció lo que había y probó, porque para eso son estos partidos. Se paró en 4-2-3-1, mandando a los pibes Joaquín Trasante y Emiliano Martínez, ambos de 20 años, en el doble cinco. De hecho tuvo ocho jugadores menores de 23 años. Salió con: Mejía; Méndez, Corujo, Orihuela, Viña; Martínez, Trasante; Castro, García, Ocampo; y Bergessio.

Y vaya qué fue lindo. En diez minutos cayó el primero con un gol formidable de Brian Ocampo con una maniobra individual bellísima. Todo arranque en un quite de Emiliano Martínez, que tocó rápido con Gonzalo Castro, y este puso a correr al de Florida. Ocampo recibió y encaró por la banda horizontal paralelo a la línea del área. Le amagó a Díaz, siguió; gambeteó a Enzo Pérez y dejó en el piso a Pinola. Cuando logró perfilarse sacó el zapatazo y la puso cruzada contra el pelo. Golún.

Nacional siguió igual. Llegando por bandas y con mucho protagonismo del Chori Castro. Así llegó el segundo. El trinitario vio picar al hueco a Matías Viña y le metió el pase en profundidad. En el camino Díaz fauleó a Viña con el brazo y Ferreyra pitó penal. Gonzalo Bergessio con un bombazo arriba puso el 2-0.

River Plate estaba malherido. Un 4-3-3 puso Gallardo con una base de jugadores titulares de la gran temporada en 2018 y 2019. Su equipo tuvo enormes problemas para salir del fondo, pero luego eso lo fue acomodando. En 26´ llegó el descuento con un gran gol. Rafael Santos Borré encaró y le metió un preciso pase a Ignacio Fernández. El de Castelli recibió en el área, acomodó de zurda y de puntín la puso contra el palo para el 1-2. La alegría le duró poco al millonario porque unos minutos después Nacional puso el tercero. Otra vez error en salida y Joaquín Trasante, uno de los debutantes, que robó. Tocó rápido con Bergessio y fue a buscar la pared. Entró al área, se sacó a dos y remató con un chumbazo cruzado divino para el 3-1.

Otros nenes

Para el complemento Munúa mandó a Vecino, Fernández, Satriano, Pérez, Romero, Cartageina, Cougo, Sosa, Marichal, Pertusatti y Rochet. Un equipo netamente de pibes que tuvo que aguantar las arremetidas millonarias. Porque Gallardo también movió el banco y mandó a Nicolás de la Cruz, uno de los que más quiso, junto a Matías Suárez. Justamente el delantero fue el que habilitó al uruguayo en el área, que cuando fue a patear fue bajado por Cougo. Penal y gol para Nico con un remate abajo.

A Nacional le costaba, era lógico, un equipo totalmente nuevo contra otros de experiencia. Pero en un error de los argentinos el tricolor aprovechó. Ponzio la perdió en salida ante Cartagena y la pelota le quedó de cara al gol a Thiago Vecino. El delantero entró derechito y definió de zurda con borde interno para el 4-2.

Luego vino el show del equipo de Gallardo, el que conocemos todos. Una falta al borde del área dejó a Nico de la Cruz con un tiro libre divino. Derechazo con comba y golazo. Unos minutos después el uruguayo puso en carrera a Suárez por derecha en una contra muy rápida. El delantero encaró y habilitó a Nacho Fernández, que entró en velocidad y la pudrió arriba. Fue la gran figura de la noche. El partido se cerró en empate 4-4, victoria para cada uno 3-1 en cada tiempo. En los penales Nacional se lo llevó por 4-2 donde marcaron Fernández, Cougo, Vecino y Satriano. Esto sigue.