“¿Estoy soñando? Porque vengo soñando con esto desde hace años”, dijo el mexicano Sergio Pérez poco antes de subir a lo más alto del podio en el trazado de Sakhir. Es su primera victoria en la Fórmula 1 tras una trayectoria en la categoría que comenzó en 2011, y también la primera victoria del equipo Racing Point, antes conocido como Force India y rebautizado como Aston Martin para el año que viene.

Para más emoción, hasta ahora el mexicano no tiene contrato para el año que viene, aunque seguramente se agrandaron sus chances de conseguir un lugar en el equipo Red Bull.

No fue una carrera fácil para Pérez, que en la primera vuelta quedó último, tras ser chocado por el ferrarista Charles Leclerc, que en la misma maniobra infantil se eliminó a sí mismo y también a Max Verstappen, quien prometía ser un gran animador de la carrera.

El mexicano emprendió una remontada fantástica, en la que aprovechó al máximo su talento para gestionar la duración de las gomas.

El trazado de Sakhir, una variante más rápida de la pista en la que se corrió la semana pasada el Gran Premio de Baréin, ofreció varios golpes de escena, en parte por su configuración corta y muy veloz, algo bastante inusual en la Fórmula 1 y más parecida a la del automovilismo deportivo estadounidense.

La novedad, en la previa, era la ausencia, por covid-19, de Lewis Hamilton, y todas las miradas estaban dirigidas a su sustituto, el joven George Russell, que cumplió en exceso con la tarea, aunque solo logró llegar octavo debidp a inusuales errores del equipo Mercedes.

De hecho, la brillante actuación de Russell, que en la primera curva le arrebató la punta al otro mercedario, Valtteri Bottas, y dominó cómodamente la mayoría de la carrera, arroja dudas sobre la superioridad de Hamilton.

Russell fue capaz de alejarse de Bottas y de regular la distancia respecto a este, así como de calibrar mejor el momento de cambiar gomas. Un error del equipo lo obligó a una nueva parada en boxes, y sin embargo, volvió a colocarse detrás de Bottas para superarlo de manera magistral. El finlandés se ha desdibujado durante 2020, por lo que se instaló la pregunta de qué habría pasado si en estos últimos campeonatos Hamilton hubiera tenido un compañero a su altura, como en la época en la que competía contra Nico Rosberg, que le arrebató el título en 2016.

Con Max Verstappen fuera de competencia y los Mercedes alejados de las primeras posiciones por errores de pilotos, en el caso de Bottas, y del equipo, en el de Russell, se configuró un podio singular, con Pérez, el francés Esteban Ocon, de Renault, y el segundo Force India de Lance Stroll.