La enorme complejidad de las llaves eliminatorias a dos partidos generan situaciones como la que se dio en Santiago de Chile, donde River Plate derrotó 1-0 a la Universidad Católica, empatando la serie en puntos y en goles, pero quedando eliminado por haber recibido dos goles de visitante. En definitiva, aquella derrota en Montevideo por 2-1 fue la que dejó afuera a River y clasificó a Católica. El equipo de Jorge Fosatti anotó a los 8 del segundo tiempo por parte de Facundo Bonifazi, pero casi como si hubiese recibido un gol, al minuto quedó con un futbolista menos por la expulsión de Sebastián Píriz por doble amarilla.

Partido corto, esperanza larga

¿Cuáles pueden ser las variables en estos casos, donde el visitante se presume inferior al local, más las cuestiones emocionales que aún perviven en los partidos sin público, sin gente, pero de visita igual, en otro lugar con otra gente? ¿Cómo se resuelve esa situación viniendo de una derrota como la que se dio en Montevideo, pero además buscando resolver favorablemente una llave donde ya no alcanza ganar, sino que por lo menos hay que hacer dos goles y además procurar que los rivales no conviertan?

Como sea, River, el equipo que debía resolver esas situaciones, pareció ir estirando el partido, para primero dar un buen tono de contienda –en el primer tiempo– y después, en la segunda parte, como si recién se arrancara, buscar aquel triunfo posible.

Fue parejo el primer tiempo, y sin más alternativas para anotar que un gol invalidado por posición adelantada a la Católica, además de la prematura salida por lesión de Nicolás Ojito Rodríguez, pérdida que le quitó a River variables ofensivas por banda y, fundamentalmente, buena pegada.

Pero en la segunda parte apareció el mapa del partido que capaz podría conducir al tesoro. Una preciosa jugada concebida por franja derecha, tuvo una estación de lujo en José Neris, que de taco habilitó a a Maximiliano Calzada para que mandara el centro, capitalizado de manera perfecta por la zurda de Bonifazzi a los 53.

Lo increíble de aquella semilla de ilusión fue que de inmediato, por doble amarilla, debió dejar la cancha Sebastián Píriz, y entonces a River tuvo uno menos para pelear su sueño.

Lo volvió a dormir River, como para ver si manteniendo esa ventaja, aún con uno menos. podía ir por ese segundo gol en los últimos minutos, manteniendo a raya a la Católica.

Ni una le quedó al equipo montevideano, que cerró su participación en la Sudamericana con la única falla del partido ante los cruzados en Montevideo, que en definitiva es el que lo deja afuera.

Detalles

Estadio:San Carlos de Apoquindo, Santiago de Chile.

Árbitros: Alexis Herrera, Carlos López Rico y Tulio Moreno.

Universidad Católica (0): Matías Dituro; Raimundo Rebolledo (57′ Edson Puch), Germán Lanaro (83′ Tomás Asta-Buruaga, 90′ Juan Cornejo), Valber Huerta, Alfonso Parot, Ignacio Saavedra, Luciano Aued, Diego Buonanotte (90′ Diego Valencia), Gastón Lezcano, José Pedro Fuenzalida y Fernando Zampedri. Entrenador: Ariel Holan.

River Plate (1): Gastón Olveira, Horacio Salaberry, Gonzalo Viera, Ribair Rodríguez (85’ Guzmán Rodríguez), Nicolás Rodríguez,(33’ Maximiliano Calzada), Sebastián Píriz, Facundo Ospitaleche (85’ Matías Alonso), Facundo Bonifazi (85’ Santiago Pérez), Marcos Montiel, Matías Arezo y José Neris (58’ Diego Vicente). Entrenador: Jorge Fosatti.