Malas noticias, bad news; 2021 nació en pandemia y se tendrá que revolver como pueda, sin muchos más recursos que su antecesor.

En el mundo de los deportistas de élite de Uruguay también hemos arrancado con malas noticias, debido a la insólita sanción que la Asociación de Fútbol (FA), el organismo rector del fútbol inglés, le impuso a Edinson Cavani. Lo condenó a una suspensión de tres partidos y una multa de 100.000 libras (unos 135.000 dólares) por un saludo coloquial a través de las redes sociales a un amigo que desde Uruguay lo saludaba por la primera irrupción trascendente de El Matador en las redes del fútbol inglés.

La FA actuó de oficio y presentó cargos contra él por el uso de “palabras insultantes y/o impropias”. “Gracias negrito” fue lo que contestó el salteño a su amigo, que lo saludaba por la increíble gestión del delantero que, en sus primera participaciones en el fútbol inglés, hizo dos goles y asistió en otro, después de un tiempo larguísimo sin jugar debido al desprecio de su anterior club ‒el francés Paris Saint-Germain, del que es el máximo goleador en su historia‒, al parate de la pandemia e, incluso, al reposo forzado tras haber contraído covid-19.

Fue el 29 de noviembre, después del partido con Southampton. Manchester perdía 0-2 al finalizar el primer tiempo y Cavani, que ingresó en la segunda parte, fue el héroe de la épica victoria 3-2.

Ese mismo día, en la cuenta de Instagram del delantero, un amigo posteó una fotografía que lo mostraba haciendo su clásico festejo de gol, con la frase “Así te quiero Matador”, a lo que el ahora vecino de Manchester, Inglaterra, pero criado y educado en Salto, Uruguay, respondió “Gracias negrito”, y agregó el emoji de apretón de manos. El primer organismo del fútbol del mundo, la FA, consideró el comentario “insultante, abusivo e impropio”, y vio un “agravante” en que el futbolista hiciera referencia al “color, la raza o el origen étnico” de otra persona.

En un estupendo artículo publicado en la diaria unas semanas atrás, Fernández de Palleja explica con mucha capacidad y conocimiento dónde estuvo el error de Edin aquel día: “Puestos en censores de la lengua, podríamos reprocharle al jugador que le faltaron signos de puntuación en su frase, además de una mayúscula: “Gracias, Negrito”. Así quedaba perfecta, porque dice la Ortografía de la Lengua Española que el vocativo debe separarse con una coma del resto del enunciado. Y explica la Nueva Gramática de la RAE, en el sucinto tratamiento que se hace de este particular, que los vocativos son expresiones que se usan para llamar a personas o cosas personificadas”.

Agregaba además el escritor olimareño que “Así, ‘negro’, ‘negrito’, ‘negra’ o ‘negrita’, con la posibilidad de agregarle el posesivo ‘mi’ o de apocoparlos como ‘negri’, son oídos en Uruguay como cariñosos, íntimos. O incluso neutros, si considero que mi vecino de frente a casa me dice ‘negro’ cuando conversamos, a mí que soy muy notoriamente caucásico y tengo una relación con él que no va más allá de la convivencia barrial. A los ingleses les falta toda esta información y reaccionan con extrema sensibilidad a una palabra que se ha vuelto un tabú en su país. Me arriesgo a hipotetizar que lograron prohibir la palabra, pero el racismo debe seguir tan campante. Tiendo a suponer que se puede ver allí un rasgo de pensamiento mágico, donde la palabra es la cosa, donde la mera mención de algo lo hace aparecer, como en un conjuro”.

Lo cierto es que, conjuro o no, a los integrantes de la FA no se les movió un pelo de sus pelucones a la hora de suspender al goleador por tres encuentros ‒uno fue este viernes, por la Premier League, con Aston Villa‒, cobrarle una multa de 100.000 libras y ordenarle asistir a actividades presenciales de educación en las que vaya uno a saber qué tipo de lecciones se impartirán.

La Academia Nacional de Letras expresó su “rechazo” a la sanción

La Academia Nacional de Letras del Uruguay emitió este viernes una declaración en la que expresa su “más enérgico rechazo” a la sanción que recibió Cavani y advierte “sobre la pobreza de conocimientos culturales y lingüísticos” que la FA “pone de manifiesto al fundamentar tan cuestionable resolución”.

Señala que “las referencias a cualidades físicas, morales o personales de otras personas son empleadas en todas las lenguas del mundo para la creación de vocativos, esto es, expresiones para tratar a otros”, y que en distintos contextos, un mismo término puede tener “un tenor negativo” o “cariñoso”, y que “tal es el caso de gordo/a, flaco/a, güey, güero/güera, entre muchos otros que son empleados con ambos sentidos”.

“En la variedad de español del Uruguay, por ejemplo, entre parejas y amigos, entre padres e hijos se puede oír y leer formas como gordis, gordito, negri, negrito/a. En los hechos, la persona a la que se trata con estos vocativos no tiene que tener sobrepeso o tener un color de piel oscuro para recibirlos”, aclara, y señala que este es el caso de la expresión de Cavani. “Cabe agregar que para poder insultar en español, en inglés o cualquier otra lengua, se requiere tener la capacidad de ofender al otro, de provocarlo, de irritarlo con las palabras usadas”, y que esto no ocurrió en este caso.

El club de Cavani, Manchester United, recomendó a su futbolista no impugnar la decisión, y este, oportunamente, además de sacar el “Gracias negrito”, siguió la recomendación por “respeto” y “solidaridad” hacia “la lucha contra el racismo en el fútbol”.

Manchester United expresó en un tímido y flemático descargo que su futbolista “creía honestamente que estaba simplemente enviando un agradecimiento afectuoso, en respuesta a un mensaje de felicitación de un amigo cercano”.

En el primer día del año, Edinson Cavani posteó, también en Instagram, y con una foto con la selección uruguaya, un texto que tituló “Molesto” y que, entre otras cosas, dice: “Agradezco las innumerables muestras de apoyo y cariño, mi corazón está en paz, porque sé que siempre me expresé con cariño de acuerdo a mi cultura y forma de vida. Les mando un abrazo sincero”.