Este sábado en el estadio Maracaná, en Río de Janeiro, Palmeiras y Santos jugarán la final de la Copa Libertadores de América 2020. Se queda todo en Brasil, entre los estados de Río y San Pablo, porque se sabe: Santos es un puerto paulista –el más grande de América Latina– que se distancia de la capital del estado, San Pablo, por menos de 80 kilómetros. El peixe va por su cuarta copa (la tercera se la ganó a Peñarol en 2011, con Neymar y compañía), mientras que el verdão jugará por conseguir su segundo título (su única conquista fue en 1999).

La final única de la Libertadores será a las 17.00 y tendrá transmisión de ESPN en los cables de Montevideo y el interior, pero más vale buscar alguna señal internacional –en la red de redes– o intentar llegar a ESPN Brasil, porque a la dupla argentina que le toque hacer el partido –es improbable que sean Miguel Simón y el ex futbolista Sebastián Domínguez, dos tipos muy amenos y que saben mucho– seguramente le preocupe más analizar por qué no llegaron ni Boca ni River a la final y la tarde se transforme en un lamento... argentino.