El miércoles, unos instantes antes de comenzar el partido de Muscat ante Suwaiq por la Liga de Omán, el defensa Mukhaled Al-Raqadi se desvaneció y fue trasladado rápidamente al centro asistencial más cercano. Allí trataron de reanimarlo, pero falleció horas después. Según informaron fuentes del conjunto omaní, el futbolista de 29 años había sufrido un infarto.

Un día después, falleció Marin Cacic, de 23 años, jugador del NK Nehaj de Croacia, quien había sufrido un ataque cardíaco durante un entrenamiento, por lo que fue trasladado al hospital donde lo indujeron en coma y estuvo una semana, pero no respondió favorablemente al tratamiento.

Como si estas noticias no hubieran sacudido al mundo del fútbol, en Navidad perdió la vida Sofiane Loukar, de 28 años. El futbolista cayó en la cancha tras un golpe en la cabeza, cuando se disputaba una pelota aérea en el partido de su equipo, MC Saïda, ante ASM Orán por la décima fecha del torneo de ascenso argelino.

Tras ser asistido volvió al campo de juego, pero diez minutos después se volvió a desplomar, lo que causó gran conmoción en sus compañeros, rivales y espectadores. Decidieron trasladarlo en ambulancia, pero falleció en el camino. El partido fue suspendido. Según informaron desde el conjunto argelino, la causa de la defunción se asoció a un traumatismo de cráneo.

Ninguno de los expedientes médicos de los tres jugadores presentaba anomalías que les impidieran practicar este deporte de alto rendimiento, según confirmaron los presidentes de cada liga y de los equipos en los que trabajaban los futbolistas.

El fútbol y el corazón

En junio, Christian Eriksen sufrió un paro cardiorrespiratorio durante el partido de Dinamarca y Finlandia por la Eurocopa, y tras varios minutos de asistencia y conmoción, lograron reanimarlo. Hace algunos días el jugador rescindió su contrato con Inter de Milán a causa de lo ocurrido. Eriksen tiene un desfibrilador automático implantable (DAI), que le fue colocado debido a ese inconveniente, pero Italia no permite que jugadores con la necesidad de utilizar ese dispositivo participen en la Serie A, debido a que un codazo o un choque con otro jugador podría causar su rotura. El DAI puede detectar un ritmo cardíaco anómalo y revertirlo automáticamente de un modo previamente programado.

Hace menos de diez días, el argentino Sergio Agüero anunció su retiro a causa de una arritmia ventricular, una dificultad en la frecuencia cardíaca que hace que el corazón lata con un ritmo irregular. El futbolista del FC Barcelona, de 33 años, sufrió en mayo molestias en el pecho y tras varios estudios se le determinó esta patología que le impide practicar deporte de alto impacto.

Viralizar la muerte

¿Qué pasa con la intimidad a la hora de morir en público? Durante los espectáculos deportivos se suelen generar contenidos que se viralizan rápidamente, la muerte no es la excepción. De Mukhaled Al-Raqadi se difundieron videos del momento del desvanecimiento. De Loukar, la foto que acompaña la noticia de varios portales que informan sobre el hecho, es del instante en que le hicieron reanimación; también se difundieron en las redes sociales fotos y videos de la reacción de sus compañeros en el vestuario al enterarse de la muerte de su compañero. Otros portales subieron videos y los titularon “el impactante momento en que muere un jugador en pleno partido”.

En el caso del desvanecimiento de Eriksen, los jugadores de su equipo y los rivales se formaron en una ronda cubriendo a su compañero mientras era asistido, a fin de generar intimidad a los médicos y al paciente, aunque algunos fotógrafos lograron captar imágenes del angustiante momento y las difundieron.

El impacto que esto supone para las personas implicadas, tanto los jugadores afectados como sus familiares y allegados, entra en conflicto con la notoriedad pública de estos eventos y la incesante demanda de la opinión pública por acceder a las imágenes que retratan los sucesos.