El gimnasio de Scuola Italiana recibió este domingo las finales del Super 4 de hándbol, torneo que da cierre a la temporada y consagra a los campeones federales, tanto en la rama masculina como en la femenina.

En el torneo masculino, Pontevedrés llegaba a la final tras eliminar a Scuola Italiana, uno de los equipos que año tras año juega con aspiraciones serias de llegar al título. El rival era Colegio Alemán, club que llegó a tener ocho títulos consecutivos de 2010 en adelante y que, tras perder con Scuola en 2018, recuperó la corona en 2019. En la semifinal, el rival vencido había sido Unión La Paz.

En la rama femenina las semifinales enfrentaron a San Pablo y Malvín, por un lado, y a Scuola Italiana y Layva por otro. Las ganadoras en esa instancia fueron Scuola y Malvín, por lo que estos equipos se dieron cita en la final.

Desde atrás

A primera hora, la final masculina precisó de un alargue para definirse, porque en el tiempo reglamentario Pontevedrés y Colegio Alemán empataron 20-20. En el tiempo suplementario, Pontevedrés acusó el golpe de haber tenido todo a su favor para llegar al título y no conseguirlo, mientras que Alemán, envalentonado por seguir en partido, consiguió su mejor rendimiento para llevarse la victoria 27-24.

Alemán remontó una desventaja de cuatro goles en los últimos tres minutos, luego de haber estado gran parte del partido detrás en el marcador. Fue el momento crítico del juego, cuando cuatro goles parecían la ventaja que llevaría a Pontevedrés a su primer título. Fue entonces cuando los multicampeones de Alemán demostraron su mejor cara, su actitud de campeones y su capacidad para remontar el partido y empatar faltando 20 segundos. Por si eso fuera poco, Felipe Navarrete, golero que fue figura del encuentro, sacó la última del partido para salvar a los del colegio y mandar el juego al alargue.

Además de Navarrete, Nicolás Sintas y Sebastián Vecino fueron figuras del equipo campeón en el partido. La historia dirá que los jugadores de Colegio Alemán se quedaron con el título 20 en la historia de este club, pero en la memoria de cada uno de ellos quedará guardado el triunfo como uno de los más difíciles y trabajosos que han obtenido.

Dominadoras

A segunda hora Scuola Italiana buscaba un nuevo título para sumar a una vitrina ya cargada de trofeos. Por rival tenía a Malvín, club que perseguía su primera consagración.

El resultado final fue más abultado que lo que el transcurso del partido propuso, pero esto fue una consecuencia directa de la capacidad de Scuola para golpear cuando al rival más le dolía y no aflojar en el momento de debilidad del equipo al que tenía que vencer.

El partido comenzó con un goleo bajo, varios minutos con pocas anotaciones o incluso sin goles se llegaron a encadenar en la primera mitad. Tras el 3-3 del primer pasaje, Scuola avisó por primera vez en el juego y tomó una ventaja de 6-3 que le permitió administrar el partido con mayor comodidad. Fue una ventaja que se redujo y se amplió en el resto del juego, pero las dirigidas por Daniela Mata nunca dejaron de estar al frente en el marcador.

Malvín se sostuvo en el partido gracias a las intervenciones de Camila Bianchi, su golera, pero también por las apariciones de Mercedes Saiz y Camila Bellbe, quien marcó el noveno tanto de su equipo a falta de menos de un minuto para el descanso en una acción individual que incluyó defensa agresiva, robo y posterior contraataque. Las playeras conseguían ponerse a uno en el marcador y era buen negocio para ir a los vestuarios, pero un balazo de Mariana Gómez cerró el 11-9 del primer tiempo.

Recién a los tres minutos del segundo tiempo llegó el primer gol. Lo hizo Natalia Szczygielski de penal, cuando todo seguía trancado y las defensas, incluyendo a Bianchi y Noelia Artigas, excepcionales goleras de ambos equipos, prevalecían sobre los ataques.

Pero promediando el segundo tiempo, con los aportes de Gómez, Fabiana Sención, Sofía Cherone, pero también de Candelaria Duarte, elegida luego figura del partido, Scuola consiguió su momento de clara superioridad en el encuentro.

Además, no le bastó con dominar por tres o cinco goles: a falta de 12 minutos para el final, ganaba por siete y la diferencia se extendió incluso más. Fue un momento de debilidad de las azules, cuando las imprecisiones se apoderaron de su juego y el estado anímico no acompañó una posible reacción.

El resultado final fue 27-21 y cerró un domingo con dos finales ganadas por los equipos con mayor tradición y las vitrinas más llenas. Para Malvín, así como para Pontevedrés, la experiencia servirá como un paso más en la construcción de sus objetivos futuros. Para los campeones y las campeonas es momento de festejar.