Las selecciones femeninas de Uruguay y Puerto Rico habían convenido enfrentarse el jueves 8 de abril en el estadio Domingo Burgueño Miguel a las 19.00 y el lunes 12 en el Centenario a las 20.00. Sin embargo, horas atrás, una comunicación de los dirigentes boricuas dio cuenta de que no podrían viajar por circunstancias derivadas de la pandemia. Para disgusto especial del entrenador Ariel Longo, que esperaba este partido como paso inicial hacia la Copa América del año próximo y había comenzado el lunes una semana entera de entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), el conocido más coloquialmente como Complejo Celeste, los movimientos planificados fueron cancelados. También serán canceladas, obviamente, las llegadas de varias jugadoras del exterior que ya estaban tramitando –o ya lo habían hecho– sus viajes. Los partidos se jugarán, en principio, en junio.

Días atrás, en la edición del miércoles 17 de marzo, informábamos sobre las posiciones que ambas selecciones mantenían en el Ranking FIFA Femenino. Ante algunas deformaciones informativas sobre este tema que se reiteraron ahora pero que ya se escuchaban desde 2018, será interesante abordar el asunto con detalles surgidos de la realidad.

Estos dos partidos programados tenían la posibilidad de ser puntuables para el Ranking FIFA Femenino. Sólo había que cumplir elementales procedimientos, sobre todo de comunicación a FIFA, y con requerimientos muy sencillos para que eso se concretara. En las oficinas de la AUF saben muy bien cómo hacerlo. Cumplidos esos pasos, esos partidos dejarían, aparte de todos los beneficios que siempre aporta la confrontación internacional, una posibilidad de avanzar en ese aceptable índice comparativo del poderío de las distintas selecciones nacionales que es el ranking que lleva la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) en fútbol masculino y femenino en forma separada. Cuantos más partidos se disputen, esa medición móvil reflejará más adecuadamente esas relaciones siempre fluctuantes y definirá qué lugar ocuparemos en el comparativo internacional. Por ahí, por la cantidad de partidos internacionales que ha jugado nuestra selección mayor femenina, veremos nuestro déficit primario: son muy pocos los encuentros disputados desde 1996 (fecha de la citación de la primera de las selecciones AUF).

Introducción al Ranking FIFA

El Ranking FIFA es un acercamiento a la realidad, no la realidad misma, en tanto esta puede ser, y normalmente lo es, cambiante, con ascensos y descensos lógicos de la deportividad y los niveles de eficiencia en el logro de buenos resultados. El Ranking Masculino, el más difundido, cuenta con una aceptación general y es utilizado muchas veces para ordenar integraciones de grupos o series de distintos torneos, otorgando sutiles pero interesantes beneficios a quienes están ubicados en los mejores lugares.

El procedimiento para la adjudicación de puntos por partido jugado fue integrando pequeñas modificaciones o ajustes, pero ha mantenido muchos conceptos básicos. Por ejemplo, un triunfo ante una selección que está en una posición superior dará más puntos que un triunfo ante una selección que está por debajo en el ranking. Otro ejemplo: una victoria en 2021 dará más puntos que una victoria obtenida, por ejemplo, en 2018. También cuenta la importancia de un encuentro: una victoria en un amistoso dará menos unidades que las conseguidas en una Copa del Mundo o en una Copa América.

El Ranking FIFA Masculino se comenzó a llevar en agosto de 1993. El femenino apareció diez años después. Para el caso concreto de los partidos que iban a jugarse en los próximos días y fueron postergados, se debe recordar que Uruguay está en el 69º puesto del Ranking FIFA Femenino y Puerto Rico se ubica en la posición 98. Como dato colorido, cabe acotar –aunque no tenga nada que ver con este artículo– que en el Ranking FIFA Masculino Uruguay está en la octava posición y los boricuas en la 179ª.

El recorrido histórico del fútbol femenino uruguayo

Este asunto no debería provocar mayores polémicas y, a lo sumo, debería servir para corregir caminos o insistir en procedimientos de mejora. Sin embargo, ha sucedido que se han dado informaciones erradas y confusas, desde protagonistas oficiales, alabando crecimientos comparativos inexistentes.

El Ranking FIFA Femenino se lleva desde 2003 y, al igual que el masculino, no tiene en cuenta actividades de selecciones juveniles, sólo de la mayor. La oscilación de la ubicación de las uruguayas ha sido escasa. La mejor ubicación se logró en 2008, cuando se alcanzó la posición número 55, y la más baja fue más cercana, en 2018, cuando se llegó a la posición 74, la peor desde un recorrido que comenzó en 2003, en la posición 67. En 2019 se llegó al 73º puesto y el año pasado a la posición actual, la 69ª. FIFA informa en estos días que la “posición promedio” uruguaya, “desde la creación del Ranking Mundial (femenino) de la FIFA” es la 68ª, muy cercana a la ubicación actual. Cabe informar que en algunos períodos Uruguay quedó fuera del ranking por no tener partidos disputados. En esos casos mantenía el puntaje pero no la posición.

El segmento uruguayo ha estado siempre, reiteramos, en un estrecho margen de 19 posiciones, entre 55 y 74.

Una anotación que no siempre se visualiza: el ranking mueve –puede mover– a las selecciones aunque no compitan. Sin jugar, otras selecciones sí lo hacen y pasan hacia abajo o hacia arriba de la posición uruguaya –en este caso–, modificándola. La mayoría absoluta de los movimientos que parecen ser de la celeste femenina en ese espacio de los 19 puestos señalados se deben más a consecuencias de partidos de otras selecciones que a puntajes propios. Los partidos con Puerto Rico serán la oportunidad de estos días para subir por méritos propios.

Puntajes y comparaciones

Para no hacer engorroso este artículo se ha optado, en los datos entregados, por basarnos no en la totalidad de puntos sino en las posiciones resultantes de ellos. Uruguay está en el puesto 69 por tener 1.346 puntos. Puerto Rico se ubica en el puesto 98 por tener 1.172 puntos. Como dato ilustrativo daremos ahora otros puntajes trascendentes para dar una idea informativa más rica.

Estados Unidos está en el puesto número 1 del Ranking Femenino con 2.192 puntos. Le siguen cinco selecciones europeas: Alemania (2.091), Francia (2.032), Holanda (2.023), Suecia (2.009) e Inglaterra (1.999). Completan los diez primeros puestos cuatro selecciones no europeas: Australia (1.963), Brasil y Canadá (1.958) y Japón (1.937).

En el ámbito de la Conmebol las selecciones de Perú y Bolivia han quedado fuera del ranking –siempre provisoriamente–, aunque mantienen sus puntajes. Las ocho selecciones restantes tienen a Uruguay en el último lugar. Brasil –octavo en el último ranking con 1.958 puntos, como quedó dicho– lidera la región sudamericana holgadamente. El resto está escalonado por Colombia (26º con 1.700 puntos), Argentina (31º con 1.659), Chile (36º con 1.628), Paraguay (47º con 1.490), Venezuela (55º con 1.425), Ecuador (60º con 1.393) y Uruguay (69º con 1.346).

A futuro

Estar bien en el Ranking FIFA no debe ser necesariamente el objetivo. El ranking es un reflejo de la realidad. O sea, el objetivo del fútbol femenino debe ser el de tener una buena representación nacional y hay esfuerzos en esa dirección que se valoran. Cuando tengamos más y mejor competición internacional, el ranking reflejará ese avance.

También importan los pasos adelante que demos en los próximos tiempos en la superación de la actividad interna. Por ejemplo, no es bueno tener cuatro meses de inactividad al comienzo del año o seis meses de receso, como ha pasado más de una vez pocos años atrás. Tampoco es bueno ir de cabeza hacia un torneo en el que dos equipos disputan el título (Nacional y Peñarol, concretamente) y los restantes juegan con otros objetivos secundarios. Existe una interrelación entre la existencia de torneos atractivos e incentivados con el poderío de las selecciones resultantes.

Desde 1996 hasta la fecha el fútbol femenino uruguayo, el de mayores, el de juveniles, el de infantiles, el de Montevideo y el de distintos puntos geográficos, ha ido siempre en avance. No detenerse es el planteo. Todavía hay muchas metas a proponer y alcanzar. Cada paso de avance será constatado, a la larga, por acercamientos al profesionalismo colectivo, por más estímulos a juveniles y niñas, por mejores participaciones en los torneos regionales para estar más cerca de los mundiales.

Y estar mejor en el Ranking FIFA será, entonces, un dato reflejo y estimulante.