Los contundentes triunfos internacionales para Peñarol habían empezado a quedar en los recuerdos, pero en la noche de este jueves, en el centésimo partido en su novel estadio, derrotó 5-1 a Huancayo en el arranque del grupo E de la Copa Sudamericana, en el que quedó líder tras el empate en Paraguay entre River Plate (Paraguay) y Corinthians.

Fue seguramente la más importante victoria de Mauricio Larriera dirigiendo a los carboneros, cuando el técnico floridense apenas tiene tres meses y algo dirigiendo a los mirasoles y parece que hubiese estado en cuestión su proyecto apenas una semana atrás, cuando el ultimátum de ganarle a Cerro Largo o ser echado. Difícil así.

Lindo

Para un espectador de esos como muchos de nosotros y nosotras, que entre semana nos subimos a cuanta pantalla verde aparece por ahí, el comienzo del partido estuvo estimulante de área a área y con movimientos que generaron extremo peligro en las dos primeras, que fueron una para cada lado: Facundo Torres metió trepada y flor de zurdazo que atajó el jovencito Ángel Zamudio, y en la respuesta de los peruanos, Marcio Valverde sacó un gran derechazo de afuera del área que Kevin Dawson sacó al córner.

La atracción se estiró por un rato, con rápido tránsito por la media cancha por parte de ambos contendientes, y la acción también. Apenas pasado el cuarto de hora, en una jugada preparada partiendo de un tiro libre que en casi todas las canchas del Uruguay pide ollazo directo, hubo dos toques y distracción para que Jesús Trindade mandara un centro templado que optimizó con excelente cabezazo a las redes el Canario Agustín Álvarez Martínez.

Pero qué me decís que mueven los huancaínos: abrieron por la derecha y ante el centro bajo de Moisés Velásquez, apareció el trotamundos brasileño Ellinton Costa para poner el empate ultrarrápido.

La paridad del marcador era la paridad del juego, aunque el equipo rojo se mostraba más aceitado en sus toques.

Pasada la media hora, en otra jugada preparada de córner, lo que demuestra en ese casillero la valía del trabajo de Larriera, del córner con dos posibles ejecutantes la pelota llegó en forma de pase a Torres, que con mucha capacidad técnica para golpear, sacó un zurdazo seco que llegó hasta el fondo del arco. Con el 2-1 a favor de Peñarol, Larriera pidió orden y concentración para sostener la ventaja.

La tuvieron, esta vez sostuvieron la diferencia, y además siguieron poniendo empeño en el ataque y en las jugadas preparadas, porque así también llegó el tercero. Otra vez pelota quieta, otra vez córner, y otra vez un espacio pensado para ocupar y cabecear. El centro de Jesús Trindade encontró donde estaba ensayado a Gary Kagelmacher, el zaguero goleador que en el primer palo cruzó su cabezazo para vencer al joven golero incaico.

Golear

En el segundo tiempo, y con la ventaja de dos goles, Peñarol estructuró su juego bien parado en la media cancha y atrás, esperando para salir con velocidad por las bandas, en este caso aprovechando la lateralidad directa de Torres por la izquierda y Giovanni González por la derecha.

Huancayo siguió haciendo el mismo partido frontal y con expectativas, mientras que los locales administraban con la ventaja su juego de neutralización.

Se acható el juego, pero porque Peñarol debió poner casi todo su esfuerzo en controlar a los peruanos, y porque Huancayo tuvo la pelota y algunos espacios, pero no jugadas de peligro.

A los 67 minutos Giovanni González aceleró oportunamente al llegar al área contraria y la propia inercia de la carrera de su marcador, que quedó atrás, hizo que hubiera un choque y penal, que David Terans convirtió para el 4-1.

Un ratito después, con el ingreso de Agustín Canobbio y Pablo Ceppelini, llegó el quinto y seguramente el más lindo y completo gol de los carboneros. Robó Canobbio, con su dinámica creció en el área rival, encontró la devolución justa a su pared de parte de Ceppelini, y la cedió al joven goleador de San Bautista, Álvarez Martínez, que la empujó como si estuviera en el estadio Campeones de 1947.

Fue un triunfo contundente y de alguna forma fortalecedor y tranquilizante en el inicio de la acción del grupo para los carboneros, que la semana que viene deberán ir a San Pablo para enfrentar a Corinthians.