Peñarol llega a los octavos de final de la Copa Sudamericana tras una gran actuación en la fase de grupos con 13 puntos: tres triunfos, un empate y una derrota.

El partido era un trámite para el carbonero que no sólo clasificaba con un empate sino que se enfrentaba al equipo que tuvo peor rendimiento en el grupo E.

Huancayo llegó a esta última jornada con cinco derrotas. Además, al mismo tiempo se jugaba Corinthians-River Plate de Asunción y antes del descanso ya iban 3-0, por lo que Peñarol ya estaba clasificado.

Superioridad sin goles

El aurinegro no pudo plasmar su superioridad en goles, un poco por falta de precisión a la hora de definir y otro poco por mala suerte.

El marcador se fue al descanso con un 0-0 pero con la expectativa de que las emociones transformadas en gritos de gol -cada hincha desde su casa- iban a aparecer en el complemento. Por esas cosas del fútbol no sucedió y así también finalizó el partido. El empate no refleja lo ocurrido en la cancha.

Los aurinegros llegaron con una ausencia considerable; Mota Gargano por ser positivo de COVID (al igual que Agustín Álvarez Wallace), en su lugar se presentó Damián Musto. Además pudieron estar Giovanni González que había estado suspendido y Jesús Trindade que estaba padeciendo un dolor en el talón.

Los uruguayos salieron a la cancha sabiendo que lo único que tenían que hacer era no perder entonces comenzaron tranquilos, aguantando atrás, sin intención de atacar. En esos primeros instantes Huancayo tuvo alguna tibia aproximación.

Pasados los 15 minutos el aurinegro empezó a ganar espacios, en ese momento, tras un córner tuvo una chance clara la visita, pero al remate lo tapó Zamudio.

Enseguida formuló una buena jugada el Canario Agustín Álvarez Martínez en unión con Kagelmacher, pero la bola quedó entreverada en el área y terminó nuevamente en manos del arquero local.

A los 19’ volvió a amenazar Peñarol. Agustín Álvarez se liberó de todas las marcas y definió de punta pero el marcador estaba reticente a recibir goles. En cada contragolpe aparecían más carboneros, sumándole a esto que Huancayo no tenía velocidad para el ataque, el dominio de los de Larriera era claro.

El buen juego colectivo permitía que varios fueran los candidatos a convertir. A los 39’ intentó Cepellini llegando desde la izquierda con Torres quién a los segundos probó con un zapatazo que terminó en el travesaño. Nuevamente con el equipo todo volcado al ataque apareció Piquerez rematando desde lejos.

La segunda parte llegó con una jugada de peligro de Huancayo pero Dawson evitó el gol. A los pocos minutos volvió el peligro mirasol, se salvó el rojo luego de una buena combinación entre Formiliano y Musto.

A los 70’ se dio una de las chances más claras de la segunda parte. Con un buen cambio de frente de Trindade, la pelota le quedó a Valentín Rodríguez que generó el mayor peligro, tras varios rebotes se extinguió la posibilidad de gol.

Para el final los de Larriera bajaron la intensidad con la que habían comenzado y la disputa se fue con un nivel más parejo. Peñarol no impresionó porque no tuvo el ofensivo del primer tiempo y cada vez se esfumaron más las probabilidades de que el encuentro tuviera goles.

El equipo paraguayo quedó con 10 jugadores por la expulsión de Moisés Velásquez a los 86’, pero eso no cambió nada, el resultado ya estaba sellado.

Detalles

Estadio: Estadio Monumental de Lima.

Árbitros: Facundo Tello. Asistentes: Maximiliano Del Yesso y Lucas Germanotta (argentinos).

Sport Huancayo (0): Ángel Zamudio, Jeickson Reyes, Jimmy Valoyes, Victor Balta, Giancarlo Carmona (81’ Moises Velasquez), Óscar Barreto, Leonardo Villar, Marcos Lliuya (88’ Marcio Valverde), Hugo Ángeles, Ellington Costa, Ronal Huaccha Entrenador: Wilmar Valencia

Peñarol (0): Kevin Dawson, Giovanni González, Fabricio Formiliano, Gary Kagelmacher, Joaquín Piqueréz (51’ Valentín Rodríguez), Jesús Trindade, Damián Musto (68’ Gonzalo Freitas), Pablo Cepellini (51’ Cristian Olivera), Facundo Torres (81’ Nicolás García), Agustín Canobbio (81’ Juan Acosta), Agustín Álvarez Martínez. Entrenador: Mauricio Larriera.