El martes 29 de junio era el último día válido para registrar competencias en el ránking clasificatorio de atletismo rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Ese mismo día, tres uruguayos compitieron buscando sumar puntos o, por qué no, la marca mínima que les permitiera confirmar su presencia olímpica. Fueron María Pía Fernández, Emiliano Lasa y Santiago Catrofe. De los tres, María Pía y Emiliano se pueden dar por clasificados; Santiago se quedó corto.

Mientras ellos tres buscaban hacer hasta el último esfuerzo posible, Déborah Rodríguez ya se encontraba en Arizona, en Estados Unidos, haciendo una preparación en la altura para llegar a Tokio en el mejor momento de su carrera. Déborah sabía que, pasara lo que pasara, su posición en el ránking era demasiado alta como para ser desplazada en la última actualización.

El miércoles 30 de junio, en el correr de la mañana uruguaya, el ránking cambió por última vez en este ciclo olímpico y se actualizó a su ordenamiento final, el que definirá quiénes serán los deportistas presentes en la cita olímpica. Si bien no es una confirmación oficial, da una pauta bastante clara de cuál será la historia. Además de la confirmación por puestos, World Athletics (ex Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo) esperará hasta este jueves 1º de julio para conocer posibles bajas por lesiones, casos de dopaje o deserción de los atletas (algunos se clasifican en más de una prueba y eligen una para los Juegos Olímpicos). Entonces, publicarán las listas definitivas.

1ª vez: María Pía Fernández, 1.500 metros

Quedó en el lugar 38 entre 45 clasificadas. “Sé que la clasificación es inminente”, comentó anoche a Garra la atleta de Flores. De todas formas, se mantenía precavida “hasta no ver plasmada esa lista oficial que va a salir en unas horas”. Ha sido un largo camino para María Pía, un recorrido en el que constantemente se ha superado y que hoy la tiene en uno de sus mejores momentos deportivos, tras haber sido medallista de plata en el Sudamericano, competencia en la que fue oro en 2019.

El martes corrió los 1.500 metros en 4 minutos 10 segundos y 84 centésimas, su mejor marca del año. Puede aspirar a batir su récord nacional de 2019 (4:09.45) en Tokio y por eso está “muy motivada para lo que viene”, que será su debut olímpico. “Son muchos años de trabajo, mucho tiempo esperando este momento”, recordó Fernández.

2ª vez: Emiliano Lasa, salto largo

En 2016 hizo ilusionar a un país y se llevó los aplausos que vinieron con el diploma olímpico. Desde 2019 el camino ha sido duro. Una fractura por estrés, una posterior cirugía y una recuperación que todavía no consigue consolidar con grandes rendimientos. Su mejor marca del año es de 8 metros y 11 centímetros. Su récord nacional es 8,26 m (2018). Fue inscripto a los Juegos Olímpicos por cupo de universalidad, aunque su segundo puesto en Lausana el martes, con 7,90 metros, posiblemente fuera suficiente para la clasificación por ránking. Tendrá una nueva oportunidad olímpica, y si igualara su mejor rendimiento de este año, volvería a ser candidato a la final (12 mejores) en Tokio.

3ª vez: Déborah Rodríguez, 800 metros

“Hemos trabajado duro junto a Martín Mañana (entrenador) para que este objetivo se concretara”, escribió en su cuenta de Instagram la atleta, que será olímpica por tercera vez, tras terminar 36ª entre 48 clasificadas. Rodríguez, que estuvo en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, está en su tope de rendimiento en la prueba en la que batió su récord nacional el 12 de junio, cuando corrió los 800 metros en 2:00.20. Es la misma prueba en la que pasó por los Juegos Olímpicos de 2016, a diferencia de 2012, cuando corrió en 400 metros con vallas.

“Nada ha sido fácil en estos últimos cinco años y agradezco que así haya sido, porque solamente sabés que estuviste arriba cuando estás abajo”, valoró Déborah en esa publicación en la que dijo estar cumpliendo un nuevo sueño. En ese ciclo de cinco años consiguió un oro y un bronce en Sudamericanos, un bronce en Juegos Panamericanos y tuvo presencia en dos mundiales.

La próxima: Santiago Catrofe, 1.500 metros

Lo dio todo. Tiene 22 años. Corrió los seis mejores tiempos de su vida en los últimos siete meses, recortándole seis segundos al récord nacional que él mismo marcó en diciembre 2020. Tenía que lograr 3:35.00 y el 12 de junio hizo marca de 3:35.82. Llegó al último día de competencia con la ilusión de sacarle esas décimas adicionales a su mejor marca. Estuvo cerca, pero no pudo mejorarlo: 3:36.14. Catrofe tiene un futuro prometedor: quedó 51º en el ránking clasificatorio, que sólo otorgó cupos a 45 atletas.