Con una gran presentación que no condice con el resultado final en cuanto a la diferencia de goles, Uruguay derrotó con un gol de Edinson Cavani 1-0 a Paraguay y terminó en la segunda posición del grupo A de la Copa América, por lo que deberá enfrentar a Colombia, tercero del grupo B, el sábado a las 19.00.

No, no fue el parentesco entre guaraníes y charrúas, ni el gran José Gervasio, ni mucho menos, claro está, el letrista Francisco Acuña de Figueroa, lo que ha promovido esta historia tan particular en el fútbol de uruguayos y paraguayos, que nos identifica casi más que los naturales y comprobados vínculos entre las etnias que nos han legado algo más que un imaginario de espíritu. Los estudios nos hacen pensar que la relación charrúa-guaraní parece tener un nivel de complejidad en el que la identidad étnica de cada grupo en algún momento parece distanciarse de la del otro y, en ocasiones, hasta mimetizarse.

Giorgian De Arrascaeta, de Uruguay, y Gastón Giménez, de Paraguay, en el estadio Nilton Santos, en Río de Janeiro.

Giorgian De Arrascaeta, de Uruguay, y Gastón Giménez, de Paraguay, en el estadio Nilton Santos, en Río de Janeiro.

Foto: Carl de Souza, AFP

Evidentemente en el fútbol, que es una parte importante de nuestra vida social y de relaciones, nos pasa mucho lo de tan iguales, que hasta parecemos tener la misma forma de jugar, pero tan distintos que parece que nunca hubiésemos cultivado determinada manera de encarar el deporte. Tan emparejados y tan distanciados en prestaciones futbolísticas como anoche, que Uruguay superó de principio a fin a Paraguay.

Salimos empatados en los himnos con Acuña de Figueroa escribiendo para los dos –tienen puntos de contacto, como “la patria o la tumba” y “república o muerte”- y poco más, porque el partido fue celeste de principio a fin, con una gran actuación de los de Óscar Tabárez desarrollando un fútbol asociado que estimula.

Gastón Giménez, y Mathías Villasnati, de Paraguay, y Federico Valverde, de Uruguay, en el estadio Nilton Santos, en Río de Janeiro.

Gastón Giménez, y Mathías Villasnati, de Paraguay, y Federico Valverde, de Uruguay, en el estadio Nilton Santos, en Río de Janeiro.

Foto: Carl de Souza, AFP

Asociados

Los primeros diez minutos de juego fueron estimulantes por la participación de los futbolistas uruguayos en la cancha, presionando en el campo contrario, teniendo la pelota lo necesario y con seguridad, y poniendo en ataque continuo a Cavani, Giorgian de Arrascaeta y Nicolás de la Cruz.

La estrategia de presión y corte en el medio con nuestros delanteros quedando a espaldas de la línea media paraguaya permitió rápidos ingresos verticales de De Arrascaeta, que dos veces estuvo a punto de convertir en los primeros cinco minutos.

Los paraguayos se fueron replegando demasiado en su campo, intentando bloquear los canales de entrada de los celestes, especialmente Nahitan Nández, dinámico y vital como puntero derecho, aunque está jugando de lateral. Fue al fernandino, justamente, a quien a los 20 minutos le cometieron penal cuando, después de una bien articulada jugada uruguaya con varios pases incisivos, la pelota fue hacia Nández, que ingresaba por el vértice del área grande y de atrás, torpemente, lo derribó Romero. Penal y gol de Cavani, que aun siendo el único delantero centro, porque Luis Suárez descansaba en el banco, volvió a jugar de todoterreno de área a área, de costa a costa, con tanta calidad como prodigación.

Con la diferencia expresada en el marcador, Uruguay siguió haciendo una buena exhibición, siempre con juego asociado y creativo, como una espectacular progresión de De la Cruz, que de área a área, sacándose gente de encima, trianguló con Cavani, que cedió el balón a De Arrascaeta, a quien otra vez le quitaron el gol casi en la línea.

Muy buen juego, conexiones firmes, simples, efectivas, y estimulantes llegadas al área rival. Se quedó corto el 1–0 con el que finalizó el primer tiempo, pero se sabe que los goles se hacen, no se merecen.

Luis Suárez ingresa por Edinson Cavani, en el partido ante Paraguay, en el estadio Nilton Santos, en Río de Janeiro.

Luis Suárez ingresa por Edinson Cavani, en el partido ante Paraguay, en el estadio Nilton Santos, en Río de Janeiro.

Foto: Carl de Souza, AFP

¿Y el otro?

El arranque del segundo tiempo fue mejor incluso que en la primera parte: se multiplicaron los avances en jugadas muy aceitadas que no se transformaron en gol sólo por falta de precisión en el último toque.

Fue determinante Nández –una topadora por la derecha- y se soltó con gran nivel de juego De la Cruz. También se destacó De Arrascaeta, que fue sustituido por Facundo Torres en el mismo momento en que Suárez entró a la cancha por Cavani.

Aun con un resultado tan discordante en relación a las prestaciones de uno y otro, se sabe que el 1-0 nunca es ventaja suficiente, y mucho menos frente a los guaraníes.

Al cierre del juego, Paraguay acrecentó su ritmo ofensivo y se acercó un par de veces al área uruguaya con peligro mientras Uruguay seguía desperdiciando contragolpes.

Fue un buen triunfo. Rotundo en el juego, cortísimo en el marcador. El equipo va. Ahora vamos por ese complejo enfrentamiento ante Colombia en cuartos de final el sábado.

Detalles

Copa América – Grupo A/4ª fecha
Estadio: Nilton Santos, Río de Janeiro, Brasil.
Árbitros: Rafael Clauss, Danilo Manis y Bruno Pires (los tres brasileños). Cuarto árbitro Guillermo Guerrero (Ecuador). Árbitro de VAR: Wagner Reway (Brasil), Asistente de VAR: Christian Lescano (Ecuador).

Uruguay (1): Fernando Muslera, Nahitan Nández, José María Giménez, Diego Godín (46’ Sebastián Coates), Matías Viña, Federico Valverde (75’ Lucas Torreira), Matías Vecino (56’ Martín Cáceres), Rodrigo Bentancur, Nicolás de la Cruz, Giorgian de Arrascaeta (66’ Facundo Torres) y Edinson Cavani (66’ Luis Suárez). Entrenador: Óscar Tabárez

Paraguay (0): Antony Silva; Alberto Espínola (56’ Héctor Martínez), Robert Rojas, Junior Alonso, Omar Alderete; Braian Samudio (73’ Richard Sánchez), Mathías Villasanti, Gastón Giménez (72’ Andrés Cubas), Ángel Romero; Miguel Almirón (32’ Óscar Romero), Gabriel Ávalos (56’ Carlos González). Entrenador: Eduardo Berizzo

Goles: 19’ Edinson Cavani, de penal (U).