Muchas muchísimas veces, cerca de la medianoche, ya viviendo en Montevideo como un escolar avanzado o durante todo el liceo, levantaba la antena de mi Spica, o la llevaba a la terraza y le unía alambres los miércoles y los sábados de noche con el fin de tratar de agarrar una radio que me dijera cómo había salido Florida. En principio le apuntaba a la CW 33, que por los ruidos parecía más difícil que escuchar que Radio Nederland o Radio Moscú; después con el tiempo le fui agarrando la onda y escuchaba el cierre de la transmisión de Radio Continental de Pando, donde hacían un fuerte resumen final de los partidos del Este, pero después también daban resultados del Sur y del Litoral.

Cada domingo de mañana lo primero que agarraba era el diario metiéndole ladrillos a la construcción de un realismo mágico que se derrumbaría en tres páginas: no había ni un resultado del Sur, pero tampoco del Litoral o del Este.

¿Ustedes saben lo que es estar todo un día después del partido sin saber cómo salió tu cuadro? ¿Ustedes alguna vez leyeron “La observación de los pájaros” de Roberto Fontanarrosa? ¿Escucharon de las llamadas robadas de Osvaldo Soriano desde Europa para saber cómo había salido San Lorenzo?

Para quienes no matrizamos nuestros paradigmas de vida cotidiana antes de que explotara la revolución digital y los ceros y unos, y los algoritmos, y potentes motores de búsqueda convirtiera nuestras vidas en dependientes de los sistemas operativos, hubo un montón de cambios a los que con facilidad o severos inconvenientes nos adaptamos, vivimos, disfrutamos, sufrimos. Todo ha cambiado enormemente. Hay muchísima más información y, simultáneamente, muchísima menos difusión global de esa información, cierta y notoria en sus ámbitos locales, pero oscura y casi clandestina en el mundo de la información de nuestro fútbol. Hoy día, para poner a consideración nacional un tema importante sigue siendo necesario que los grandes medios y las corporaciones involucradas en el tema lo pongan en circulación y discusión. Como eso no pasa -los medios nacionales casi no le dan pelota, y la organización, en este caso la Organización del Fútbol del Interior (OFI), no hace mucho por facilitar el aceitamiento fluido del intercambio escondiendo a las fuerzas vivas con protocolares tecnicismos, como la denominación Tacuarembó interior, que es la máscara que afea y esconde la belleza de Paso de los Toros, o Lavalleja Interior, que tapa el entusiasmo y los sueños de José Pedro Varela-, el campeonato del Interior, lo máximo de lo máximo, y los campeonatos de las Confederaciones, el Litoral, el Sur y el Este, parecen quedar sometidos a compartimentos estancos de preocupados comunicadores locales, en los que se manejan los tiempos de acuerdo con las circunstancias y costumbres de los pequeños medios locales, o ahora de los preocupados informantes y comentaristas de las redes sociales.

La irrupción de GIEFI (Grupo de Información y Estadísticas del Fútbol del Interior) en nuestras vidas fue como la aparición de la Guía del Tercer Mundo, o los discos de la Encarta. Pero la evolución de las comunicaciones, internet, los smartphones, Facebook, Twitter, Instagram, y el esfuerzo sin igual de algunos deportistas felizmente devenidos comunicadores hicieron que, para algunos , aquel enorme e invisibilizado cuerpo de informaciones y sensaciones de los partidos de nuestros héroes fuese corporizado fundamentalmente mediante el tesonero y brillante esfuerzo de Jorge Benoit, quien en su página FútbolFlorida.com ha sabido compilar, zurcir y seleccionar casi al instante lo que pasa en nuestras canchas, dejando asiento de resultados, desarrollos y visiones con testimonios directos.

Este tipo de repositorios digitales, son desde hace tiempo el centro de referencia para cada publicación que debe sumar resultados, goleadores , y hasta sensaciones recogidas al borde la raya de una veintena de partidos.

Perpetuar la adhesión

Esta semana entre sábado y domingo se jugaron 14 partidos (siete en mayores y siete en juveniles), ya en el desarrollo de la segunda fase del Litoral –el que va más adelantado y ya jugó la ida de semifinales-, Sur –con sus novedosas y heterodoxas llaves semifinales en triangulares a dos ruedas, y Este –que terminó sus falsos cuartos de final donde se jugaban tres llaves y se sumaba al mejor perdedor-.

Como no podemos o no pudimos estar en los siete partidos, revisamos nuestras publicaciones de referencia para ajustar goleadores, y alguna situación que merezca ser destacada.

Voy primero a Fútbolflorida, y arranco del general a lo particular entonces abro una nota que se llama: #CopaOFI. Todos los resultados. No llego a leer ni una letra cuando la imagen me avasalla y y me dice muchísimo. Para nosotros la masa de receptores no está tan claro, pero las y los fotoperiodistas nos dicen siempre muchísimas cosas con las imágenes que nos transmiten. En este caso veo la foto y de inmediato me da una profunda alegría que me desvió del tema puntual de relevamiento de resultados y me condujo a reforzar una hipótesis acerca del para siempre de nuestras adhesiones sociales y el fortalecimiento de nuestros lazos a través del deporte, del fútbol, y de los colores de mi pueblo. La foto es simple y casi de protocolo, la de la oncena que jugará el partido, pero además de los once futbolistas, esos vecinos del pueblo que acaban de salir a jugar el partido caminando entre la gente, sin guardias ni securitis que hagan un cordón de protección, hay 32 -¡si treinta y dos!- niñas y niños que posan como mascotas. No hay vuelta, el futuro y la permanencia de ese manantial de adhesión , encuentro y solidaridad con nuestros vecinos, está asegurado.

En el Teatro de Verano, Carlos Barceló, líder de los multicampeones humoristas maragatos Sociedad Anónima, hizo un encendido y vital discurso al recibir el segundo premio del carnaval y, entre otras cosas, pidió que no se subestimen a los canarios, y metafóricamente señaló lo lejos que queda Montevideo para el interior. En el fútbol también. Es el fútbol de afuera. O será: de afuera de Montevideo y sus ejes de poder, pero el que está adentro de nuestros corazones.

En el Campeones Olímpicos hubo gran triunfo de Florida sobre Durazno 3-0. Fue el arranque de los triangulares semifinales y también fue un resultado de grata sorpresa para los albirrojos, además de la importancia de triunfar de esa manera ante el siempre potente Durazno. Florida ganó el partido en el primer tiempo, cuando anotó los tres goles por parte de Fabio Ghirardi, Diego Torres y Dilan García.

El restante integrante de este triangular es Colonia, que el sábado tuvo libre pero mañana recibe en el Suppici de Colonia del Sacramento a Durazno.

El otro triangular semifinal del Sur se empezó a jugar el domingo en el Casto Martínez Laguarda, donde San José aplastó a Canelones 3-0 con anotaciones de Pedro Vico, Santiago Gaspari y Mauro Portillo. El potente conjunto maragato además dejó sin invicto a Canelones, que era el único, no sólo del Sur, sino de toda la Copa Nacional de Selecciones.

El domingo quedó sin jugar Flores, que mañana habrá de recibir en el Juan Antonio Lavalleja de Trinidad a San José.

Más allá, bien acá

En el Este cuando terminó la segunda de las tres llaves ya se sabían los cuatro clasificados, y no por lo que estaba pasando esa noche, sino por lo que había sucedido en los partidos de ida. Sucede siempre cuando se apela a completar el cuadro de una fase –en este caso semifinales– con un mejor perdedor. Si conseguiste un punto, y en las otras dos llaves se repite el ganador, no importa perder por mil goles, que ese puntito será el que los haga seguir adelante. Fue el caso de Treinta y Tres, de gran campaña, pero que en el Centro Empleados de Comercio terminó perdiendo como local ante Maldonado 3-1. Como en Maldonado habían empatado, fue ese empate el que lo transformó en clasificado frente a las dobles derrotas de Rocha y Varela. La roja del Olimar ante mucha gente –y con muchas mascotas– cayó ante los maldonadenses, que empezaron ganando con gol de Eduardo Chocho, lo empató Cristian Gutiérrez, pero antes de que terminara el primer tiempo lo desempató de penal el experimentado crack Mateo Fígoli. En el segundo tiempo, cuando todo terminaba, Santiago Rosas puso el 3-1.

En Melo, Cerro Largo volvió a derrotar a Rocha. Esta vez fue por 1-0 con gol de Borys Barone en el Baldassini, al lado del Ubilla, que sigue inhabilitado. En el partido en Rocha los arachanes habían ganado 2-0, por lo que clasificaron con puntaje perfecto.

El mismo caso fue el de Lavalleja, que en Minas, en el Teatro del Sueño, el Juan Antonio Lavalleja, derrotó 4-0 a Varela con dos goles del escurridizo Lucas Espinosa, uno del experiente Germán Fernández y otro del debutante Emiliano Bonilla. El elenco dirigido por Gerardo Cano también pasó con puntaje perfecto, pero como en la ida en Varela había ganado también 4-0, es el mejor equipo de cuartos de final.

El próximo fin de semana en la ida de las seminales Lavalleja visitará a Maldonado para después definir en Minas, mientras que en el Centro Empleados de Comercio Treinta y Tres recibirá a Cerro Largo, para después definir en Melo.

Aquella orilla

En el Litoral comenzaron las semifinales con triunfos de los equipos que no iban como favoritos, pero que jugaban como locales. En el Atilio Paiva Olivera Rivera quedó bien plantado en la definición al derrotar ajustadamente a Río Negro 2-1. Abrió el marcador para los locales Samuel Carreras en el primer tiempo. En el complemento lo empató para los fraybentinos Héctor Iglesias, pero a falta de ocho para el final lo definió Kevin Zabaleta.

En el Matías González, Artigas dio un buen paso al derrotar 3-1 a Tacuarembó con anotaciones de Alejandro González y dos de Anderson Márquez. Para los tacuaremboenses marcó Rafael Ortiz, ya sobre el cierre del partido; esto igualmente puede ser muy importante porque en OFI en las definiciones de llaves sigue siendo el tercer ítem de definición la cantidad de goles convertidos como visitante.

Las revanchas se habrán de jugar sábado y domingo, y se sabe ya que serán los televisados por Tenfield. El sábado será en el Goyenola Tacuarembó-Artigas y el domingo en el Liebig’s Río Negro-Rivera.