El Sapo Ruperto es muy inquieto, como sabrá cualquiera que haya leído sus historias. No sólo se dedica al rubro detectivesco y a la literatura… ¡también tiene una banda de rock! Si nunca lo viste o escuchaste, este domingo 19 de setiembre tenés una nueva oportunidad. El show de Ruperto Rocanrol va a ser en Plaza Mateo (rambla del Parque Rodó) a las 16.00 horas, con entradas a la venta por Red Tickets.

Entre ensayo y ensayo para este gran show, Ruperto pudo hacerse un tiempo para contestar algunas preguntas de los lectores de Gigantes.

¿Por qué decidiste convertirte en estrella de rock? (Martín)

Que sea un sapo genial, crack, hermoso e inteligente, no quiere decir que sea una estrella, sólo soy yo: un humilde batracio nadando en las aguas del rocanrol, porque es lo más divertido que hay. Además, lo que más nos importa con mi banda es hacer música y que los bichos, ranas, hormigas, lagartijas, cangrejos y gurises se diviertan mucho.

¿Qué se siente ser un sapo tan famoso y reconocido? (Charquito)

Mirá, la fama es puro cuento, jeje, ¿o era que la fama te la dan los cuentos? No me acuerdo bien. Lo más importante no es ser famoso. Podés ser famoso por estrellarte contra un poste o decir pavadas en Botube. Lo importante es hacer lo que más te gusta y, si después sos reconocido, o sea, vas por el arroyo y alguien dice “¡Oh, miren, ahí va el Sapo Ruperto!” Y otros dicen: “¡Sí, tipo que lo re-conozco!”, es mejor que sea porque hacés cosas que están buenas y dan alegría y no por estrellarte contra un poste, obvio.

¿Hay algo que te dé mucho miedo? (Chihira11)

¿Miedo, yo? ¿Miedo, yo? ¿Acaso los héroes tienen miedo? Mirá, aparte de los bichos a los que no les importa lastimar a otros, de los que son violentos, de los que creen que siempre tienen razón, de los que critican todo y no hacen nada y de los que se tapan los oídos cuando toco con mi banda, no le tengo miedo a nada. (Bueno, capaz que a algunos monstruos un poco sí, pero los héroes nunca se dan por vencidos, ni con los pañales sucios).

Ruperto, ¿cómo supiste que ibas a ser detective? (Juan)

Fue en un momento en que había poco trabajo para los sapos, ¿no? Yo había intentado ser superhéroe, pero me fue mal y además la malla me apretaba mucho y ahí mismo, ya casi derrotado, decidí que la próxima vez mejor hacía de detective. Y abrí mi oficina en mi cueva y enseguida empecé a tener clientes y resolví muchos casos, y por eso seguí y seguí con ese trabajo que, además de tocar en mi banda, es lo que más me gusta hacer.

¿En el fondo sos amigo de Siniestro o Vladimiro? (Camilo)

Es algo tan viejo como el autor de mis libros. Para que haya día, tiene que haber noche, para que haya arriba, tiene que haber abajo, para que haya un héroe genial, capo, único, el mejor, inteligentudo y todo eso, tiene que haber enemigos malvados, tontos, abombados, insoportables. Si no ¿qué gracia tiene? ¿Cómo puedo tener aventuras si todos somos rebuenos y amigos eh? Pero, claro, es verdad que, en el fondo, allá como muy atrás del todo, Vladimiro me cae hasta un poco bien. Siniestro no, porque, como dice el sapo Jeremías que se sabe pila de palabras es insoportable, infumable, inviable e ignífugo.

¿Ruperto, usted come lo mismo que cualquier sapo? ¿Qué comida le gusta más? (Martina)

¡Claro que sí! Los sapos tenemos una dieta muy saludable, toda con productos naturales: moscas, hormigas, cascarudos, arañas, algún bicho bolita ocasional (aunque son difíciles y se te hacen una pelota en la barriga). Nos costó mucho llegar al puesto 324 de la cadena alimenticia, pero acá estamos y por eso, para preservar mi bella pancita es que sigo mi dieta estricta, a la que a veces agrego jugo de yuyos. Pero lo que más me gustan son las empanadas de polilla.