Entrevista realizada por preadolescentes del Taller Exploraciones Literarias: Julieta (11 años), Ema (10 años), María Paz (Mapi,10 años), Inés (11 años), Sofía (10 años), Anabella (10 años), con la colaboración de Sofía González (15 años).
¿Cómo hicieron para hacer los títeres de Trapos?
Fue un proceso distinto del que hacemos siempre, ya que habitualmente pensamos toda la historia primero, ensayamos y hacemos los títeres al final. En este caso teníamos ya los títeres de los ancianos y fuimos pensando historias para esos personajes, y al final sumamos la muerte y el perro. Teníamos muchas telas y trapos en casa, entonces se nos ocurrió hacer algo con ellos. Así armamos la escenografía y los títeres, solamente con trapos y pocas cosas más.
Trabajamos en formato laboratorio. Nos gusta ensayar y probar qué queda mejor en la obra, por ejemplo la música, que nos parece muy importante. Empezamos a investigar sobre telas y a partir de ahí fuimos generando las distintas imágenes que tiene la obra. Nos inspiró la idea de jugar con estos ancianos en la vida normal y corriente como todos, y con una muerte que los acecha todo el tiempo, pero que no los puede vencer. Luego sumamos el perro que le da aire a la historia y es un personaje juguetón, capaz de enfrentar al personaje de la muerte.
Para nosotros un títere es cualquier objeto manipulado en escena, incluso una parte de tu cuerpo. El títere puede ser un muñeco o un objeto que no tiene vida hasta que alguien lo agarra y lo anima. Para mí hacer teatro con títeres es como usar un instrumento musical. Si ustedes agarran una guitarra y no saben tocar, suena mal. Un guitarrista cierra los ojos y sabe todas las notas que tiene que hacer. Igual nos pasa con los títeres. Entre todos hacemos un pacto y creemos que están vivos.
En otras obras de títeres, los titiriteros están escondidos, no se ven. ¿Por qué en Trapos se ven la cara y las manos de ustedes?
En esta obra no hay texto, pues no habla nadie; entonces era muy importante apoyar la escena con nuestras caras. Además, los títeres tienen cara rígida, no pueden mover nada, entonces con cara y gestos logramos acentuar lo que sienten los títeres. Por ejemplo, con una cara triste, o con gesto de grito, o con una mirada al público, así se puede remarcar una situación. Un títere soy yo pero no soy yo. Es un juego entre los títeres y los titiriteros que a veces estamos en otro plano y cada tanto nos metemos en la escena. Pero al mismo tiempo, como titiritero, me tengo que separar de ese personaje, porque él tiene sus propias emociones y yo las mías. De hecho tiene cosas que lo movilizan, cosas que lo conmueven, cosas que lo asustan, que no son las mismas que me asustan a mí.
¿Por qué pusieron a la muerte como personaje principal?
Estos ancianos se pelean por un lugar, una radio, que es algo cotidiano. La muerte surgió como una necesidad cuando pensamos que nos faltaba un conflicto fuerte. ¿Cuál puede ser el problema de estos ancianos más allá de los problemas cotidianos que ellos tienen y se ven en la obra?
Nos pareció que era un conflicto interesante el poner la muerte, que es algo que en realidad si lo pensamos nos rodea a todos todo el tiempo. Una muerte como si fuera un ejemplo de un conflicto más de la vida en el que todos podemos reaccionar distinto. Hay gente que huye, gente que enfrenta o se paraliza. La muerte en la obra está rondando todo el tiempo a todos, al perro, a los viejitos, se mete todo el tiempo.
¿Por qué invitarías a los niños que leen Gigantes a ver Trapos?
Nos gusta mucho hacer Trapos, creo que tiene elementos innovadores. La temática está buena y al no tener texto las imágenes toman relevancia y protagonismo dentro de la obra. Así es que el espectáculo transita entre sus personajes, conflictos e imágenes poéticas que se van entrelazando con la música para contar esta original historia. Así que están todos invitados a ver y disfrutar de Trapos.
Única función en 2023: 20 de agosto en el Centro Cultural Goes, a las 16.00. Las entradas se venden por Tickantel Web, redes de cobranza y en la sala el mismo día del espectáculo.