El ambiente político y periodístico argentino se vio sacudido por la revelación de que varias personas afines a algunos funcionarios gubernamentales recibieron una dosis de la vacuna Sputnik en forma irregular. Desde la Casa Rosada aclararon que los casos de este tipo hasta ahora no llegan a 100, algo que calificaron de “lamentable”. “A este ritmo nos va a llevar varios meses terminar de vacunar a todos los corruptos. Vamos a tener que hacer algo para intensificar el ritmo”, declaró una fuente del gobierno argentino. Es que la inoculación de todos los ciudadanos corruptos es la primera fase del plan de vacunación del gobierno de Alberto Fernández, y hasta que no se termine no se podrá pasar a la segunda etapa, en la que se vacunará a las personas que no conocen a nadie importante. “El problema es que la cantidad de corruptos que tenemos es muy grande y las vacunas no son tantas. Vamos a ver si podemos contactar a algunos funcionarios corruptos del gobierno ruso para que nos manden más dosis a cambio de una coima”, explicó la fuente consultada.

El gobierno argentino tomó la decisión de vacunar primero a los corruptos para “ordenar” el proceso. “Si bien no es lo más justo, es lo más práctico, porque si no ponemos primero a los corruptos, ellos se las iban a ingeniar para ser vacunados antes, e iba a ser todo un caos”, explicaron desde la Casa Rosada.