El programa de vacunación contra el coronavirus avanza a buen ritmo y en los próximos días comenzará a aplicarse, además de las vacunas de Pfizer y de Sinovac, la de AstraZeneca. Este fármaco enfrenta una polémica en Europa debido a que algunos estudios afirman que puede causar trombosis. Si bien desde el gobierno afirman que la vacuna es segura, reconocen que no inspira demasiada confianza en la ciudadanía, por lo que la definición de quién la recibe se hará en base al juego del palito más corto. “La cosa es así. Cada tres personas que lleguen al vacunatorio, la enfermera va a agarrar con el puño dos palitos largos y uno corto y les va a pedir que saquen uno. El que saque el más corto se vacuna con AstraZeneca. Los otros dos, con Pfizer o Sinovac. De esta manera, si alguien sufre episodios de trombosis, no tiene que echarle la culpa al gobierno o a los ingleses, sino a la mala suerte”, explicó el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas.

“Sabemos que es una medida antipática que va a dejar descontento a más de uno, pero ya pagamos por esas dosis y no las podemos tirar a la basura”, justificó Salinas. Las vacunas de AstraZeneca llegaron por el mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud, y son considerablemente más baratas que las que se compran directamente a un laboratorio. “Menos mal que eso demoró, porque si no, todas nuestras vacunas hubieran sido AstraZeneca, y eso sí era un problema”, agregó el ministro.