Eduardo Ferro escapó de la Justicia uruguaya en 2017 y viajó a España. Estando allí logró escapar de la Justicia española para evitar su extradición, aunque finalmente fue apresado nuevamente y enviado a Uruguay. A pesar de estos antecedentes, ayer el Tribunal de Apelaciones de 2º turno rechazó el pedido de prisión preventiva de la Fiscalía y dejó a Ferro en libertad. Una fuente del Poder Judicial explicó que los magistrados son conscientes de que hay riesgo de fuga, por lo que decidieron colocar un cascabel al represor. “Una persona que en sólo un par de años logró burlar a la Justicia uruguaya y a la española puede perfectamente volver a evadirse para no afrontar las acusaciones, así que los jueces decidieron tomar una medida precautoria que es de las más restrictivas que se recuerden en el Poder Judicial”.

Un agente de Interpol reconoció que el sistema del cascabel “no ofrece demasiadas garantías”, ya que “es muy difícil que se escuche, a menos que haya un agente a dos metros de él todo el tiempo. A lo mejor el riesgo de que se escape de noche se reduce un poco, pero de día no creo que sirva mucho. Hay mucho ruido de la calle y esas cosas”. De todas maneras, creen que esta medida es mejor que nada. “No sé, a lo mejor se escapó tantas veces porque no le habían puesto el cascabel. Vamos a ver qué pasa. Yo, por las dudas, ya le escribí a un primo que tengo en España para avisarle que a lo mejor en unos meses le caigo”.