La cantidad de dinero que aporta el gobierno a los sectores de menos recursos para paliar los efectos económicos de la pandemia es uno de los principales puntos de discordancia entre oficialismo y oposición. El ministro de Desarrollo Social, Pablo Bartol, dijo el domingo en Polémica en el bar que para combatir la pobreza no se necesitaban aportes estatales, ya que “los pies en el barro o frío en la noche no impiden que la gente tenga una garra enorme, ganas de aprender, y con eso, dándole el entrenamiento adecuado, la gente llega muy lejos”. Desde el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) tuvieron que salir a aclarar que las personas de bajos recursos que tengan los pies sucios de barro no podrán entrar a ninguna de sus dependencias. “Las palabras del señor ministro Pablo Bartol eran metafóricas, nosotros no apoyamos de ningún modo que la gente se ande ensuciando. Y en todo caso, si se tienen que ensuciar por algo o meten los pies en el lodo accidentalmente, les pedimos que se limpien antes de venir”, comunicó ayer la cartera en su cuenta oficial de Twitter.

Tras este mensaje, el propio Bartol salió a aclarar que sus palabras reflejaban una posición “puramente personal”. “Eso es algo institucional del Mides. Por mi parte pueden entrar a mi oficina en Casavalle con los pies todos llenos de barro. De hecho, como lo único que hay en mi oficina es barro, se van a ensuciar sí o sí. Lo bueno es que a lo mejor me pueden ayudar a empezar a levantar las paredes”.