Tras dos décadas de presencia militar en Afganistán, país al que invadió para sacar a los talibanes del poder luego de los atentados del 11 de setiembre, Estados Unidos terminará de retirar sus tropas en el país el 31 de este mes. La comunidad internacional está en alerta roja debido a que los talibanes están ganando cada vez más terreno en su ofensiva contra el gobierno y se teme que, tras la salida definitiva de Estados Unidos, se hagan de nuevo con el control del país. El presidente Joe Biden reiteró, de todos modos, que la decisión de retirarse sigue incambiada. “Si seguimos en Afganistán corremos el riesgo de terminar alterando de alguna manera la situación en el país, y no es lo que queremos. Nuestro principal objetivo es dejar todo exactamente como estaba cuando llegamos. Es una cuestión de buena educación, porque cuando uno va a una casa que no es la suya, tiene que dejar todo en su lugar antes de irse. A mí me educaron así, y estoy seguro de que a la mayoría de los estadounidenses también los educaron con estos valores”.

Biden dijo estar confiado en que el pueblo afgano sabrá apreciar la “sensibilidad y delicadeza” demostrada por Estados Unidos durante su incursión en el país. “Esperamos no haberlos molestado. Si fue así, les pedimos disculpas. Simplemente hagan de cuenta que nunca estuvimos aquí. Mucha suerte en el futuro. Y no es necesario que nos acompañen a la frontera. Conocemos la salida. Nos vemos”.