El Pentágono anunció ayer que las últimas tropas estadounidenses que estaban apostadas en Afganistán dejaron el país. Tras haber invadido la nación asiática para desplazar a los talibanes y permanecer allí durante dos décadas, el presidente Joe Biden consideró que la misión había terminado, por lo que era momento de mirar hacia el futuro. “La difícil y extenuante guerra en Afganistán contra los talibanes ya es cosa del pasado, por lo que ahora ya estamos prontos para emprender nuevos desafíos. El primero de ellos es invadir Afganistán para combatir la presencia de Estado Islámico [EI], que representa una amenaza importante para la estabilidad de la región y el mundo”, declaró el mandatario en una entrevista televisiva.

A pocas semanas de haber recuperado el poder, el régimen talibán ya sufrió varios ataques terroristas perpetrados por EI. Para Biden, “Estados Unidos no puede permanecer indiferente ante el grave y enorme desafío al que se están enfrentando nuestros socios talibanes. Esto va más allá de un enfrentamiento político interno de Afganistán. Aquí lo que hay es una guerra de principios y valores entre un bloque que representa la civilización y otro que representa la barbarie”. Consultado sobre en cuál de los dos bloques estaría ubicado Al Qaeda, Biden admitió que no se acuerda. “No estoy seguro. Creo que fueron cambiando a lo largo de estas dos décadas, pero Medio Oriente es un sitio complejo y no siempre es fácil entenderlo. Pero lo voy a averiguar”.