El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, asistió a la cumbre del G20 que se está desarrollando en Bali, Indonesia. El dirigente aprovechó la atención que concita el Mundial de Qatar para solicitar “un alto el fuego o un corredor humanitario” en Ucrania durante el tiempo que dure la competición. Al ver la repercusión que tuvo su pedido, Infantino también abogó por una “tregua” en Qatar, durante la cual el gobierno y los empresarios qataríes se abstendrían de matar a trabajadores extranjeros. “El fútbol tiene la mágica capacidad de sacar lo mejor de las personas de todo el mundo. Por eso, ¿qué mejor que un Mundial para hacer una pequeña pausa en el régimen de semiesclavitud en que viven decenas de miles de trabajadores extranjeros, de modo que estos puedan disfrutar de los partidos de fútbol?”. Las afirmaciones de Infantino no cayeron bien en Qatar. Un representante de Doha recordó que una ley aprobada por su gobierno establece que los trabajadores extranjeros pueden descansar durante los partidos de su selección, siempre y cuando compensen esas horas con dos meses de trabajo gratis.

La respuesta de Putin: “Nosotros ya hicimos un Mundial, así que la opinión de Infantino me tiene sin cuidado”.