Los non-fungible token, más conocidos como NFT, han revolucionado la forma en que se crean y distribuyen los archivos digitales. Para algunos, otra burbuja crypt; para otros, una oportunidad de negocio. Día a día, nuevos NFT baten récords, como la foto de Pablo Millor vendida en más de 5.000 dólares o el audio del payaso Pildorita en el que cuenta un chiste verde a bordo de un 124 con destino a Santa Catalina, cotizado en 7.000 dólares.

Esta vez le ha llegado el turno al personaje que conquistó los corazones de miles de uruguayos y miles de uruguayas: la Pantera Rosa del Sí al referéndum contra la ley de urgente consideración (LUC). Un compatriota domiciliado en Trinidad, que prefirió mantenerse en el anonimato, adquirió el NFT por la cifra de 50.000 dólares. “Esto es un espaldarazo a la comunidad NFT y crypto en general, y un cachetazo a los talibanes del dinero fiat”, aseguró Mati Barnes, speaker de la Cámara Uruguaya de Cryptobros y aficionado al liberalismo de escuela austríaca.

La noticia provocó reacciones negativas del gobierno y, en general, de todos los defensores de la LUC, quienes denuncian “manipulación de mercado” y una “conspiración crypto-bolche-castro-marxista” para desestabilizar al oficialismo. Mientras tanto, la Pantera Rosa del Sí se toma unas vacaciones en las Bahamas para disfrutar de sus regalías.