“Si yo pudiera tener una topadora tiraría el módulo 10 y 11, los sacaría, así como también la cárcel de Canelones, que no son lugares que estén apropiados como para reeducar y reinsertar en la sociedad. Pero es lo que tenemos y lo tenemos que mejorar, y para mejorarlo tenemos que construir cosas nuevas”, declaró ayer el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, en referencia a los problemas de hacinamiento en las cárceles. El jerarca aclaró de todas maneras que en estos momentos su ministerio no tiene presupuesto para comprar un vehículo de estas características. “El compromiso de tirar abajo estos módulos y de mejorar las cárceles sigue firme. El problema es que no nos sobra la plata. Pero ni bien se incaute una topadora a los narcotraficantes, yo mismo me voy a encargar de usarla para comenzar la reforma del sistema”.

Heber explicó que los narcotraficantes no suelen usar topadoras, y eso es lo que está deteniendo el inicio de un plan para humanizar las cárceles. “No es fácil la cosa. Hoy por hoy apostamos a que algún narco multimillonario le compre una topadora a su sobrino de 14 años para que se divierta”.

La respuesta de los presos: “Acá hace más frío adentro de las celdas que afuera, y además hay riesgo de incendio, así que no esperen para tirar todo esto. Métanle ahora nomás”. Presidiario anónimo.