En lo que va de 2022 el Ministerio del Interior (MI) lleva realizadas 51 requisas, entre parciales y generales. El viernes se realizó una requisa general en la que se incautaron 600 cortes carcelarios, 50 litros de escabio (una bebida alcohólica fermentada hecha por los propios reclusos) y 29 celulares. Según explicó una fuente de la cartera, “estas requisas son muy importantes, no tanto por el tema de los objetos requisados en sí, porque los presos los vuelven a fabricar en tiempo récord, pero justamente eso es lo bueno: mientras se dedican a fabricar los cortes y el escabio y a reponer los celulares, se mantienen entretenidos con algo. Se sabe que el ocio es lo peor que hay para un prisionero: mantenerlos ocupados y trabajando es la mejor prevención para que no haya disturbios”.

En el MI descartaron la posibilidad de destinar las “habilidades excepcionales” desarrolladas por los reclusos en la fabricación de productos legales. “Ese tipo de actividades pueden servir para la rehabilitación y nosotros no queremos que se rehabiliten. Lo que nosotros queremos es que no nos molesten, por eso la estrategia va a seguir pasando por mantenerlos distraídos”.

La cifra: 2’, 34” es la cantidad de tiempo que le lleva a un recluso elaborar un nuevo corte carcelario.