Gianni Infantino anunció ayer que el Mundial de fútbol volverá a la península Arábiga en 2034. En esta ocasión se celebrará en el país más grande de la región: Arabia Saudita. Ni bien se conoció la designación, desde Riad se anunció que las obras de infraestructura comenzarán en pocos días, con las instalaciones para la prensa. “Estamos construyendo una gigantesca cárcel de última generación, con sistemas de seguridad inviolables y salas de tortura de primer nivel, a las que vamos a llamar Jamal Khashoggi. Para nosotros es muy importante que la prensa mundial observe de primera mano cómo es en realidad la vida en Arabia Saudita. Por eso creemos que es fundamental que los periodistas tengan un buen centro desde donde desarrollar su importante labor”, indicó un portavoz del comité organizador del Mundial 2034. “No queremos que nos pase lo mismo que a Qatar, que fue víctima de una inusitada campaña de desprestigio y se dio cuenta tarde de que no se había preparado lo suficiente”.

El argumento lapidario: “La gente se queja de que en los países árabes se violan los derechos humanos. ¿Pero Estados Unidos no los viola también? ¿Y Francia? No sean hipócritas, por favor”. Gianni Infantino, hábil declarante.