“No, no pasaba nada, le preguntaba a la señora si estaba bien comprar zero en vez de light, porque light no quedaba, una boludez; me parece que ya cubrió la tipificación completa del Código Penal y no hay lugar para más jodas, estamos muy decepcionados”, explicó el periodista que publica los chats filtrados, cuyo nombre no recuerdo.

Otros de los mensajes que salieron a la luz en esta tanda absolutamente intrascendente de comunicaciones de Alejandro Astesiano con algunos de sus contactos de Whatsapp son los siguientes: a) a su amigo Cacho, avisándole que estaba llegando tarde al fútbol 5, que arrancaran sin él, nomás; b) a su tía Etelvina, preguntándole si llevaba picada o postre para una reunión familiar que mantuvieron una noche del mes de marzo de 2020; c) a su primo Marcelo, preguntándole si le molestaba mucho el chiste de “agachate y conocelo”, que si no le molestaba mucho, quería seguir haciéndolo.

Lo que pintó como un Pulitzer material, esta vez, terminó en esto.