Los cuestionamientos a las murgas por su tendencia a cargar las tintas sobre la derecha y ser indulgentes con la izquierda han sido una constante durante toda esta administración, con ministros, legisladores y dirigentes de la coalición de gobierno acusando a los conjuntos de operar para el Frente Amplio. No obstante, varias figuras oficialistas aclararon que, si las murgas empezaran a criticar más a la izquierda, tampoco irían a verlas. “No, no, a no confundir los tantos. Nunca en mi vida fui a ver carnaval y no pienso empezar ahora. Simplemente me parece que sería mucho mejor para la democracia que las murgas peguen más parejo”, declaró un alto cargo del Poder Ejecutivo. Por otra parte, una dirigente nacionalista consideró que una mayor ecuanimidad por parte de los conjuntos a la hora de hacer sus críticas “Mejoraría mucho la calidad del espectáculo, algo que beneficiaría directamente a la gente que va a los desfiles, los tablados y todas esas porquerías”.

La dura acusación: “Hay conjuntos que se exceden en el tono y sus críticas rozan la ofensa”. Tabaré Viera, definiendo notablemente el espíritu del carnaval.