Washington había advertido a Tel Aviv que no acompañaría una operación militar en la ciudad de Rafah. A pesar de eso, el gobierno de Benjamin Netanyahu decidió seguir adelante con sus planes, algo que llevó a Joe Biden a suspender el envío de más armas. “Israel continúa siendo uno de nuestros principales aliados, pero si el gobierno israelí quiere seguir adelante con la ofensiva sobre Rafah, se va a tener que conformar con los millones de armas que ya les mandamos”, declaró el presidente de Estados Unidos. El mandatario aclaró que si Israel desiste de invadir Rafah, el flujo de armas continuará, aunque advirtió que “Si hacen el truquito de acumular armas hasta que les alcance para invadir Rafah me voy a enojar mucho. Y, cuando yo me enojo, más le vale a la persona que me hizo enojar no dirigirme la palabra, porque soy capaz de responderle con un silencio pasivo agresivo muy, muy incómodo”.

El reclamo: “Esperemos que la medida de suspender el envío de armas a Israel sea algo temporario. Aquí lo que está en juego no sólo es la supervivencia del pueblo israelí, sino también la libertad del mundo occidental”. Fabricante de armas estadounidense.